Todo empezó por un post publicado en el perfil oficial en Facebook de la agrupación, donde los intérpretes transmitían el sentimiento que se expande hoy por toda Cuba tras el anuncio de la desaparición física del líder histórico de la Revolución: “¡Gloria eterna a Fidel! Historia, ¡abre los portones! No pudieron detenerlo cuando era de carne y hueso. Ahora es invencible. Renacerá una y otra vez”.
Según declaraciones a la prensa de Javier Otero, manager de la agrupación, las declaraciones de Israel en redes sociales contribuyeron a que la gente se manifestara ante los organizadores de Tampa quienes decidieron echarlo todo para atrás.
“Decidimos cancelar toda la gira por respeto al público, a la comunidad cubana en Estados Unidos, no queremos que la gente esté molesta”, dijo un ejecutivo de Blue Night Entertainment, empresa norteamericana al frente de la actuación de los cubanos.
“Aunque Blue Night Entertainment insistió para hacerlo vimos como el ambiente siguió enrareciéndose y cómo se incrementaron los ataques contra nuestro propio público y los organizadores, por lo que nos pareció mejor no realizarlo para evitar cualquier problema”, indicó Israel Rojas en entrevista concedida a Cubadebate.
¿A caso debió ser diferente la actitud de un lado y de otro? Por una parte, hablamos de la agrupación que hace conciertos gratuitos para miles de jóvenes, en el “Día Mundial de la Juventud”, basado en los principios que le fueron inculcados en tierra cubana, y por otra parte de un país (Estados Unidos) que se vuelve toda fiesta y jolgorio luego de la muerte de Fidel.
La gira estaba proyectada para comenzar el 15 de diciembre, e incluía, además de Tampa, presentaciones en Washington, New York y Houston, Texas. La agrupación decidió entonces cancelar el resto de los conciertos programados y retomarán esas actuaciones “cuando las condiciones sean propicias”.