Guantánamo.- La coreografía TID, del joven bailarín guantanamero Ismael Cabal Suárez se anuncia entre los estrenos de la trigésima temporada de la compañía Danza Fragmentada, que se presentará en los escenarios de la Villa del Guaso entre los días 4 y 8 de octubre, momento para agasajar a los fundadores y a los 45 años de vida artística del maestro Ladislao Navarro Tomasén.
Por tal motivo, el director Navarro exige a sus discípulos diariamente el trabajo arduo como el novel coreógrafo, para salir airoso en esta temporada que se enfrenta a diversos retos: sofocante calor en julio y agosto, el fenómeno climatológico de la nube de polvo del desierto Sahara, atraso en el pago salarial, entre otros asechos.
Sin embargo, Ismael Cabal y cuatro bailarinas, extienden sus horas de labor en los salones del prestigioso colectivo, para llevar a escena la propuesta inspirada en la película de terror “Fragmentados”(2016), cuyo personaje protagónico, Kevin (James McAvoy), toma diversas personalidades, a veces, violentas.
En el caso de TID, Cabal, comenta que sugiere como protagonista a una madre que sufre el aborto, y este a su vez, le genera un trauma asociado a la enfermedad de Trastorno de la Identidad Disociativa (TID), “de ahí tomé el título de la coreografía”, dice el autor quien añade, “trato de representar mediante el baile, a un personaje que convive con múltiples personalidades, y debe de entenderse con cada una de ellas.
El elenco de la obra está integrado por cinco bailarines de Fragmentada, incluido el propio coreógrafo y dos alumnas de la Escuela Profesional de Danza “Alfredo Velázquez Carcasés”, quienes realizan su práctica pre-profesional en la agrupación, dirigida hace tres décadas por el multipremiado maestro Ladislao Navarro Tomasén.
Acerca de estas intérpretes que renunciaron a su etapa vacacional para asumir la pieza de estreno, Cabal asegura mientras trabaja: “Ellas son bailarinas con ganas de bailar, son personas que tienen y sienten la necesidad de estar en el tabloncillo y es lo que me motiva como coreógrafo, de seguir buscando nuevas expresiones, formas en los movimientos, y en los códigos de la coreografía como base”.
“La música también sustenta mis ideas, cuya selección responde a la transmisión de los estados de ánimo y sentimientos, en este caso de una persona afectada por trastorno disociativo de la identidad”, dialoga el bailarín, quien desarrolla sus estudios coreográficos e improvisaciones a partir del improntus del cuerpo, muestra logros apreciados en habitual Espacio Interior de la compañía.
Ismael Cabal Suárez, de 27 años, integra la compañía Danza Fragmentada entre los años 2015 y 2016, cuando realiza su práctica pre-profesional, y luego tras graduarse de la Escuela Profesional de Danza, se incorpora definitivamente a la agrupación, donde ya acumula en su quehacer coreográfico, otras obras incluidas en el repertorio: Cardiopatía, Disorder, Interior, todas inspiradas en el ser humano y en las realidades de la vida.
Por Liubis Balart Martínez
