Inicio del curso escolar: una gran fiesta

Guantánamo.- Es sicóloga y tiene una nena pequeña, sin embargo, para mi es la misma adolescente que sentada en el aula de secundaria básica me decía: profe explíqueme nuevamente la oración.

Verla me dio cierta nostalgia, nostalgia que me trasladó hasta el centro docente donde  impartí mi primera clase de Español, en el segundo año de estudios de mi primera carrera universitaria.  En su rostro, vi entonces el de tantos y tantos alumnos a los que le entregué mis conocimientos y mi corazón.

Ha pasado mucho tiempo, pero cuando los veo por la calle, en algún consultorio, una escuela, o en otro lugar, los encuentro construyendo sueños.  Entonces recuerdo el año de práctica pre profesoral profesora de Español – Literatura, en el otrora IPUEC nro 11 en Niceto Pérez, donde hice tantas amistades que conservo hasta hoy  y donde por primera vez sobre mis hombros,  sentí la responsabilidad de un aula.

Posteriormente laboré durante dos cursos en La Bamba y La Cuabita, en el lomerío de Yateras. También evoco las recogidas de café en varias zonas de este montañoso municipio y las visitas a los poblados más cercanos. También las actividades que, junto a los estudiantes y profesores, hacíamos en la escuela y el inmenso cariño que profesaba a mis alumnos, esos que cuando me encuentran por alguna calle,  todavía me dicen: profe, usted nos llevaba recio, pero me enseñó Español.

No imaginan cómo recuerdo a mis primeros compañeros de trabajo,  a los que  todavía me une una linda amistad, Miriam Asín, es profesora de un pre urbano,  Mercedes Guerra, labora en la Dirección Provincial de Educación, evoco también a  Iris Gueilin, quien vive en el exterior hace unos años al igual que Osbel López. También a Raquelita, que nos dirigía desde el municipio, a  Milagros, Asela Vega, Taty, Maricel, Amparo y a los profes Ale Repilado, Noel Avilés, Angel Simón…Tantos nombres y tanta gente linda con quienes no fue difícil convivir y compartir momentos de mi vida laboral.

Durante muchos años disfruté del aula y aunque hoy ejerzo el Periodismo,el magisterio es una  profesión de la que es difícil apartarse. Por esta razón, hoy, cuando inicia el curso escolar,  esta gran fiesta, inclino la frente ante mis amigos educadores y junto a ellos, a otros que llevan sobre sus hombros la noble misión de educar, de instruir, de enamorar, de seguir dejando por donde pasan, imborrables huellas de su noble y humana tarea.

 

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