Concierto de Silvio Rodríguez en el Wizink Center de Madrid. Foto: Daniel Mordzinski

Indecencia

Concierto de Silvio Rodríguez en el Wizink Center de Madrid. Foto: Daniel Mordzinski

Por: Pedro de la Hoz

Recurrir a la ofensa y la manipulación crea hábito, como ciertas sustancias,  en las filas de los que de una manera desembozada, ya sin  afeites ni prestidigitaciones leguleyas, se pronuncian por subvertir el sistema político por el que la abrumadora mayoría de los cubanos votamos con entera libertad y conocimiento de causa.

Así quisieron pasar gato por liebre en el caso de un  supuesto mensaje  suscrito por Silvio Rodríguez en el que incitaba a la juventud cubana a participar en una por estos días publicitada convocatoria antipatriótica.

Tras aclarar que habían extraído y a la vez extraviado fuera del contexto original un fragmento de la entrevista audiovisual que Silvio concedió a la realizadora Raquel González cinco años atrás, el trovador calificó la acción con estas palabras: «Vaya bajeza, falta de decencia».

Realmente hay mucha bajeza e indecencia en determinados circuitos. Youtoubers posicionados en Miami y áreas colindantes, bien pagados por la ultraderecha radicada allí, lanzan improperios y amenazas contra periodistas, artistas e intelectuales que habitan y trabajan en la Isla y expresan el deseo de que nos dejen vivir en paz.

A una reconocida y querida artista cubana la denigran de la peor manera. Como no es posible erosionar su prestigio escénico, le endilgan epítetos soeces para rebajarla como ser humano.

Al joven que conduce un programa de televisión en el que predomina la argumentación y prevalece la sobriedad, un impresentable personaje dedicado a incendiar las redes sociales lo amenaza de muerte.

A un periodista cuyo desempeño ha destacado por su sagacidad y objetividad en la exposición de los temas del momento, alguien que aspira a convertirse en una especie de Vaclav Havel tropical trata de arrimarlo a su sardina valiéndose de la fábula de una amistad  pretérita.

Regresando al caso de Silvio no deja de ser curioso el hecho de que algunos de los manipuladores fueron los mismos que en días pasados, a raíz de los conciertos del cantautor en España, intentaron boicotearlo y someterlo a un mitin de repudio. Los mismos que cuando en enero de 2020 uno de los que vendió su alma hizo una apropiación indebida y políticamente maliciosa de una de las más raigales y hermosas canciones del trovador, Ojalá, se reviraron contra la respuesta firme y serena de este: «Es un lamentable acto de parasitismo».

En la entrevista de Raquel González con el autor de Pequeña serenata diurna, Silvio dijo, entre otras, las siguientes palabras: «Pienso que ya lo que ha sembrado la Revolución, el proceso revolucionario, es muy difícil de quitar. Tendrían que pasar generaciones de un bombardeo de una cosa y eso es imposible. Yo lo único que veo peligroso es que, en las esferas gubernamentales, entre los que dirigen el país, se cuele alguien, un plattista». Valga una acotación: los plattistas, los neoplattistas, están entre los indecentes, bajos y manipuladores de la hora actual.   

Fuente: Granma

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