Guantánamo.- A la producción nacional de nasobucos, de importancia en el actual escenario global para evitar el contagio y propagación del nuevo coronavirus, se sumaron hoy los trabajadores de la Empresa de Confecciones Textiles “Ámbar”, de Guantánamo, y alumnos que se forman como obreros calificados en esta rama.
En la prioritaria tarea centran ahora sus esfuerzos los siete atelier de Ámbar, diseminados por varios municipios de la provincia, y aportan también su granito de arena los 14 estudiantes del aula especializada en confecciones, del Politécnico Capitán Asdrúbal López, convencidos todos de que la prevención es el mejor antídoto para combatir la contagiosa pandemia.
Yemeidy Portuondo, Jefa del departamento de producción de la textilera de Guantánamo, subrayó que los 732 obreros de su unidad empresarial -tres cuartas partes de ellos frente a las máquinas- están comprometidos hoy con esta encomienda social, y emprendieron la fabricación de mascarillas inmediatamente llegado a la provincia el tejido apropiado para su elaboración.
En tal contexto atípico –dijo- extenderemos las jornadas laborales hasta los fines de semana, para garantizar en tiempo los nasobucos, medios de protección demandados por el sistema de Salud Pública, destinados fundamentalmente a instituciones hospitalarias, y en cuyo diseño se utilizan tres capas de tela para asegurar mayor protección ante las infecciones respiratorias.
Los atelieres de Ámbar, fieles colaboradores del desarrollo educacional cubano, ante la crisis sanitaria mundial generada por la Covid-19 aplazaron su habitual plan de uniformes escolares -bien adelantado hasta la fecha-, y se sumaron al decisivo encargo del país de potenciar la fabricación de mascarillas en más de 60 talleres de la Isla, para respaldar la estrategia de prevención.
Esta noble y prudente estrategia del país de aportar cuanto sea necesario en función de la salud del pueblo, mueve hoy también al aula de confecciones de la más céntrica escuela guantanamera de enseñanza técnico-profesional, donde por estos días los alumnos complementan sus prácticas elaborando la útil pieza de tela, conocida también como barbijo en el área hispanohablante.
En nombre de sus compañeros la profesora Ana Sanregré y las estudiantes Lía del Río y Darlin Frómeta, destacaron a la prensa su orgullo y gran responsabilidad al formar parte de esta tarea de confección de nasobucos, en su caso destinados a algunos círculos infantiles del territorio, y elaborados con textiles recuperados por los propios educandos y docentes del centro politécnico al que pertenecen.
En coordinación con especialistas de la textilera Ámbar, la Federación de Mujeres Cubanas en Guantánamo, sensibilizada igualmente con la necesaria encomienda, desplegó un taller para la manufactura hogareña de esas prendas sanitarias.
Estos medios de protección poseen alto nivel de funcionabilidad y cuentan con la aceptación de los especialistas de Salud Pública, quienes recomiendan su uso a personas con síntomas de infección respiratoria y a sus cuidadores, una utilidad que es más eficaz si se combina con el lavado frecuente de manos, rutina vital para prevenir la Covid-19, pandemia de la que hoy se reportan en Cuba siete casos confirmados.