Guantánamo despliega estrategias para enfrentar ascenso de casos de COVID-19

Guantánamo despliega estrategias para enfrentar ascenso de casos de COVID-19

Guantánamo despliega estrategias para enfrentar ascenso de casos de COVID-19

Guantánamo.- En evitar un desenfrenado despegue del amenazante nuevo rebrote de la COVID-19 se mantienen ocupadas hoy las autoridades sanitarias y del Gobierno local en Guantánamo, provincia que tras una etapa de cero reportes comenzó el 23 de diciembre a registrar casos y a fines de la primera semana de enero a promediar cerca de 100 positivos diarios.

En este momento la vigilancia clínico-epidemiológica vuelve a reforzarse, y el rigor en todas las áreas de enfrentamiento, en las que se encuentra volcado un comprometido personal de salud que pretende tomar bien las riendas para cortar a tiempo la propagación, y que no se repita la dura experiencia de mediados de 2021, cuando la cifra de infectados saturó la red hospitalaria.

Vuelve a ser determinante, en medio del aún incipiente repunte, la dinámica del sistema de atención primaria, con el médico y la enfermera de la familia directos en las barriadas en la detección de personas con síntomas sugestivos, una de las prioridades para el control de la pandemia, dijo en presentación televisiva el doctor Roilder Romero, director provincial de Salud Pública.

La vigilancia a viajeros es otra de las acciones reforzadas con ese equipo básico a la cabeza -señaló- así como también el seguimiento a la cadena de contagio, con la encuesta epidemiológica para definir la fuente de infección del diagnosticado, la relación con otros confirmados y sospechosos, y el levantamiento de sus contactos, una eficaz manera de frenar la transmisión en la comunidad.

Para no dar ventajas al flagelo, apelando a la experiencia en su manejo, se ajusta el sistema de pesquisa y búsqueda de casos en barriadas, centros laborales y estudiantiles, se reactivan algunos centros de aislamiento y se habilitan salas específicas en los principales hospitales, para los confirmados de alto riesgo.

En los territorios donde sea posible se mantendrá en aislamiento a sospechosos y contactos de positivos, hasta su resultado de PCR, y en el resto de las localidades se establecerá un sistema de vigilancia en los domicilios hasta el diagnóstico, y a los confirmados se clasificarán como de moderado, mediano o alto riesgo, con hospitalización necesaria para estos últimos.

También para el control epidemiológico continúan los test de antígenos en los cuerpos de guardia de los hospitales y en los 22 policlínicos de la provincia que, excepto en Niceto Pérez, reporta casos en el resto de sus municipios, y según especialistas la tendencia es al incremento.

Recordó la máxima autoridad sanitaria local que Guantánamo cerró diciembre sin controles de foco y en sólo cuatro días de enero se acumularon más de 30, con incidencia superior en Baracoa (una veintena), y en la urbe cabecera 11, con transmisión en todas sus áreas de salud.

Entre las prioridades destacó el galeno la convocatoria al pueblo a acudir a la vacunación de refuerzo, iniciada en diciembre en la ciudad de Guantánamo, donde para todos los habitantes están disponibles las dosis necesarias, un proceso que llega también ahora al policlínico comunitario de Baracoa, y próximamente se extenderá a toda su población y la del resto de los municipios.

Ante la amenaza que significa la expansión de la variante Ómicron, en Cuba se decidió adelantar el cronograma de inmunización de refuerzo, y en la provincia extremo-oriental se prioriza hoy a los vulnerables, como el ciento por ciento de las embarazadas, los pacientes nefrópatas y los adultos mayores institucionalizados en Casas de Abuelo y Hogares de Ancianos.

Las autoridades insisten en que para frenar el fenómeno es determinante la responsabilidad individual, comunitaria e institucional, aún cuando el territorio exhibe hoy más de un 97 por ciento de inmunizados con esquema completo y bien avanza en la dosis de refuerzo, pues como se conoce las vacunas protegen de formas graves de la enfermedad pero no evitan el contagio.

Una lección aprendida en esta ya larga contingencia, de casi un bienio, es que toda precaución es poca y aún no son tiempos de acomodo, sino de perfeccionar estrategias cuando el peligro de fuertes rebrotes es latente, y se ha de librar una batalla diaria para evitar un desenfrenado ascenso o pico pandémico.

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