Guantánamo.- Profunda admiración y agradecimiento al eterno Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, principal promotor de la masificación de la cultura en el país, inspiran en Guantánamo la concepción de la velada Canto a Fidel, que protagonizará esta noche la más nueva generación de artistas.
Para honrar al líder indiscutible a dos años de su partida física, los niños de la compañía local La Colmenita derrocharán ternura en el escenario del Teatro Guaso, y se sumarán acreditados grupos y figuras que son resultado del sistema de enseñanza artística que el extraordinario estadista potenció siguiendo la máxima de que “Una revolución solo puede ser hija de la cultura y de las ideas”.
Entre el público se sumarán al homenaje los 26 integrantes de la XXIX Caravana de la Amistad Estados Unidos-Cuba, también conocida como Pastores por la Paz, que por estos días recorre la provincia cubana más oriental y ya ha podido apreciar el optimismo y ejemplo infinito de un pueblo que, aún bloqueado y amenazado, trabaja, estudia, se desarrolla y tiene fe en su futuro.
También para recordar a Fidel, este fin de semana en todos los rincones del territorio se desplegará un amplio programa de actividades: galas políticas, cantatas, retretas de Bandas de Concierto, presentaciones de libros, visitas a monumentos, proyecciones de audiovisuales, exposiciones de las artes plásticas, entre otras acciones de recordación y reafirmación de principios.
Igual se promoverán en diversos escenarios encuentros con la historia, concursos infantiles, eventos científicos, reflexiones intergeneracionales sobre el pensamiento de Fidel y su vigencia, y además trabajos voluntarios, como el que encabezarán este sábado numerosos jóvenes en la producción de alimentos, siembra de caña, y en obras constructivas del desarrollo local.
El tributo al adalid comprometido con la humanidad, quien invitó siempre a pensar en el hombre y a servirle, se extenderá hasta inicios de diciembre, con fuerza en las comunidades, las escuelas, centros laborales, y el apoyo de programas como el de los instructores de arte -que él fundó- responsables en Guantánamo de avivar la cultura y el movimiento de aficionados en las montañas, abarcadoras del 75 por ciento del territorio guantanamero.