Guantánamo celebró avances contra la desertificación y la sequía

Gunatánamo.- Los avances de Guantánamo en el manejo sostenible de tierras celebraron ambientalistas este viernes 17 de junio, Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, fenómenos que tocan muy de cerca a esta región en cuya franja costera sur se ubica el único semidesierto cubano.

 

Esa árida zona es además una de las más afectadas del país por la salinidad, la erosión y otros flagelos conducentes a la pérdida del suelo fértil , y en el empeño de mitigarlos dirigen sus acciones especialistas de la Estación Provincial de Suelos y del Centro de Aplicaciones Tecnológicas para el Desarrollo Sostenible.

Evaluado como el ecosistema más frágil del archipiélago -por las escasas precipitaciones y elevada evapotranspiración- ocupa la parte más meridional de la provincia, y abarca siete de los 10 municipios en que esta se divide, en los que se materializan con éxito programas de rehabilitación de entornos degradados.

Los resultados se corresponden con la aplicación de medidas de conservación y mejoramiento de tierras, incluidas la corrección de cárcavas, construcción de zanjas de drenaje y de barreras vivas y muertas, reforestación con especies autóctonas, siembra en contorno de las pendientes, y fertilización con abonos orgánicos.

Teudys Limeres, director de la Estación Provincial de Suelos, comentó a la prensa que para optimizar el uso del agua en la agricultura se rehabilitan las vías de drenaje en la región semiárida y se trabaja en un proyecto que prevé sustituir el riego por gravedad o aniego por los sistemas de aspersión.

A la par se labora en la introducción de técnicas más avanzadas para el cuidado de la tierra, y se capacita a los agricultores para un manejo eficiente, empleo de métodos agroecológicos, adaptación de las producciones a las circunstancias del cambio climático, y la selección de especies de superior desarrollo en las áreas secas.

En varias cooperativas agropecuarias afianzan su utilidad los llamados polígonos de preservación y mejoramiento de suelos, agua y bosque, áreas demostrativas en las que se mide la efectividad del manejo, y se monitorea la dinámica de mitigación de procesos de degradación ambiental.

Otros programas han sido también muy abarcadores y han contado con apoyo internacional, como es el caso del Proyecto Corredor Biológico del Caribe, que persigue rehabilitar ecosistemas en la Reserva Ecológica Baitiquirí, del municipio San Antonio del Sur, y en otros sitios del área caribeña.

Ese paraje, como el resto de los incluidos en el semidesierto cubano, posee características climáticas extremas, con promedio de lluvias inferior a los 600 milímetros al año, y por resultado un entorno frágil, pero de gran interés por albergar especies representativas de la flora y fauna silvestre del Caribe.

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