La presa Pozo-Azul, resultado del programa de desarrollo decidido por el Comandante en Jefe Fidel Castro para el Valle de Caujerí, almacena 5,7 millones de m³, volumen que garantizará el agua para la recién iniciada campaña de siembra de frío, la más importante de las dos que se realizan en Cuba, tanto por la variedad de cultivos que enrola, como por los volúmenes de cosecha que aporta, mayormente de hortalizas.
El líquido embalsado representa menos del 50 por ciento de la capacidad de la presa (14.8 millones de m³), no obstante asegurará, además, el abasto a la población y a la industria del emporio agrícola para el procesamiento del tomate y otros renglones.
La disponibilidad de agua en Pozo-Azul tiene enorme trascendencia, especialmente para el desarrollo de la campaña de siembra de tomate en el Valle de Caujerí, por mucho la hortaliza que más se planta allí y más toneladas aporta.
Como consecuencia de la prolongada sequía que afecta a la provincia, la referida presa disminuyó drásticamente hasta hace unos meses la cantidad de agua acumulada, al extremo que hubo que suspender el riego agrícola, con la consiguiente afectación de las cosechas en el principal polo productivo de la provincia.
En el restablecimiento medio de la represa corresponde un rol decisivo al agua aportada por el trasvase Sabanalamar-Pozo Azul, obra hidráulica que también había colapsado por el descenso casi total del cauce del río Sabanalamar, donde se ubica la obra de toma para el traslado del líquido por gravedad hasta el embalse.
De acuerdo con la información ofrecida por Onelio Rodríguez Marzo, director de la UEB Complejo Hidráulico Dos, también contribuyó a mejorar el aporte de agua trasvasada el mantenimiento mecanizado a la instalación, realizado en marzo último, y la limpieza que, desde entonces, se le realiza mensualmente.
(Tomado de Venceremos)
