Guantánamo.- La fuerza destructora de la naturaleza, marcada en esta ocasión por el poderoso y devastador huracán Irma, queda grabado en la memoria de todos los cubanos que sintieron, o vieron a través de las imágenes, los daños que ocasiona en casi todo el archipiélago de la mayor de las Antillas.
Por más de tres días los vientos, las lluvias y las penetraciones del mar pusieron a prueba la capacidad organizativa de la defensa Civil en el país, que una vez más mostró su eficacia, a pesar de las muertes de 10 personas, causadas fundamentalmente por accidentes y el no cumplimiento de las medidas preventivas.
Catalogado por científicos y expertos en la meteorología como el más intenso de los huracanes formados en el Atlántico en la historia, Irma deja una estela de destrucción en casi toda la costa norte de Cuba, en las que impactó severamente en el fondo habitacional de varias provincias, las instalaciones hoteleras y también en el sistema Electroenergético nacional.
Jornadas muy duras para la población que reside en toda esa zona se viven por estos días, y habrá que laborar fuerte, con organización, disciplina y control para tratar de restablecer los servicios básicos de la población como la electricidad y el abasto de agua, en el menor tiempo posible.
Los daños a la economía nacional son considerables, aunque aún se cuantifican. De seguro las cifras oficiales rondarán miles de millones de dólares en pérdidas materiales, por lo que el país necesitará de años para recuperarse de los estragos del célebre huracán.
En la oriental provincia de Guantánamo las principales afectaciones se concentran en los municipios montañosos de Yateras y Manuel Tames, donde las intensas lluvias provocaron daños considerables en viales de montaña, acueductos, las plantaciones de café y en centenares de viviendas.
De igual manera, en Baracoa las inundaciones costeras causaron afectaciones de menor cuantía, si se comparan con las de fenómenos anteriores como el Ike, en 2008, y el Matthew, en octubre de 20126.
Ya en plena fase de recuperación, en el territorio más oriental se adoptan las medidas previstas y entre los trabajos de mayor envergadura están los que se realizan en el paso a nivel sobre el río palenquito, en Yateras, para restablecer la comunicación terrestre con varias comunidades de la serranía que están incomunicadas.
De igual manera se labora ininterrumpidamente para solucionar las averías que provocaron la crecida de los ríos que afectaron varios acueductos, entre ellos el de Yateritas, en el municipio de San Antonio del Sur, que suministra agua a varias comunidades como Boquerón, Glorieta, Maqueicito, entre otras.
Los próximos días serán de mucho trabajo en el país para recuperarnos de las secuelas del huracán Irma. De seguro con la solidaridad que caracteriza al pueblo cubano, el apoyo total del Gobierno a cada territorio afectado, saldremos adelante, una vez más, ante los embates de la naturaleza.
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