Como un virus letal, la discriminación y la violencia por razones de género se expanden por el mundo con sus distintas manifestaciones: económicas, físicas, sicológicas, sexuales… Cuba no escapa a ese fenómeno, a pesar de todo cuanto se trabaja en el plano jurídico, educativo y social por erradicarlo definitivamente.
Hace pocos días sonaron las alarmas: varias mujeres cuentan sus historias de vida, cuando fueron ultrajadas sexualmente, y aunque han pasado los años, las cicatrices continúan abiertas. Son historias muy dolorosas. Ellas muestran la cara peluda del machismo y lo confirman. Corresponde a ellas y a la justicia cubana encausar el proceso legal con las pruebas suficientes hasta encontrar la verdad de tan lamentable suceso.
Para estos casos en Cuba no existe ni existirá tolerancia. Los diversos instrumentos jurídicos vigentes en el país permiten enfrentar la violencia de género y otras conductas asociadas a esta.
La expresión jurídica más palpable, que resume el sentir y la voluntad política del Estado cubano para enfrentar la violencia contra las mujeres en toda su amplitud, se encuentra en el texto de la Constitución de la República.
De igual forma, en el Decreto Presidencial 198 que contiene el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, y recientemente ha sido publicado el Acuerdo 9231, del Consejo de Ministros, Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar, con carácter vinculante, el cual tiene como objetivo garantizar la respuesta integral e integrada para la prevención y atención efectiva a la violencia basada en género, que incorpora la actualización de protocolos de actuación de los organismos e instituciones implicados en la Estrategia.
La Federación de Mujeres Cubanas y su red de casas de orientación a la mujer y la familia condenan todo tipo de violencia, y, ante estas manifestaciones delictivas, brinda a las víctimas apoyo, acompañamiento y orientación. La FMC no juzga ni sanciona: educa y trabaja por una sociedad más justa.
Diversas son las personas que, desde instituciones y la sociedad civil, se han pronunciado en contra de sucesos como estos, lo cual demuestra que en nuestra sociedad crece la conciencia en contra de esos hechos. Mientras los órganos correspondientes cumplen su función para esclarecer este y otros hechos, la Federación de Mujeres Cubanas mantiene sus puertas abiertas a todas aquellas personas que, siendo víctimas de la violencia de género, necesitan ser escuchadas y acompañadas en ese proceso.