Guantánamo. – El estadio de los Tomateros de Culiacán está repleto de aficionados que apoyan a su equipo, las Águilas de Mexicali, en el enfrentamiento semifinal ante Los Alazanes de Granma, para determinar cuál de las dos selecciones accede a la final de la Serie del Caribe 2017.
Inicia el determinante desafío, que para muchos es una final adelantada. El primer bateador de Los Alazanes, Víctor Víctor Mesa, conecta indiscutible, pero es puesto out en intento de robo de bases. A continuación, Yunior Paumier recibe bases por bolas, y acto seguido Alexander Ayala suena doblete a la banda izquierda, parece una entrada productiva.
El lanzador abridor por la representación de México, el zurdo Miguel Peña, no se amilana y apela a sus mejores envíos para dominar a los toleteros, Alfredo Despaigne y William Saavedra, y colgar un cero imprescindible que determinaría el rumbo del juego.
De ahí en adelante tanto peña como el relevista Héctor Daniel Rodríguez, también lanzador zurdo, combinaron sus lanzamientos para reducir a la mínima expresión la batería de Los Alazanes granmenses, incapaces de poder conectar a sus rivales.
Por su parte el lanzador cubano, el derecho Lázaro Blanco, no se queda atrás, y con sus habituales lanzamientos laterales, y su exquisito control, también camina sin contratiempos, controlando la batería de las Águilas de Mexicali.
Llega entonces el final de la quinta entrada, en que se combinan una base por bolas, un costoso error de la defensa de Los Alazanes, más un indiscutible, que producen la primera y única anotación de los mexicanos. La suerte está echada para los Alazanes de Cuba.
Avanza el disputado juego de béisbol, digno de una final. Uno tras otro son retirados los hombres que vienen a la caja de bateo por uno y otro equipo. Llega el noveno episodio, última oportunidad para Los Alazanes, pero no pueden producir y se consuma la victoria de las Águilas de Mexicali.
Cae el telón de la Serie del Caribe 2017 para el equipo de Granma, que termina su actuación dejando un buen sabor entre los aficionados al béisbol, a pesar de no llegar a la soñada final.
Aplausos merecidos para esos Alazanes de Granma, que cabalgaron contra todos los pronósticos en la final de la temporada cubana, y representaron dignamente a Cuba en la fiesta beisbolera del Caribe que nos une e identifica.
