Estudiantes de Ciencias Médicas vitales en la lucha contra la COVID-19. Foto: Lorenzo Crespo Silveira

Estudiantes de Ciencias Médicas vitales en la lucha contra la COVID-19

Estudiantes de Ciencias Médicas vitales en la lucha contra la COVID-19. Foto: Lorenzo Crespo Silveira

Guantánamo.- George Batista y Bryan Calás figuran entre los casi cuatro mil estudiantes de ciencias médicas de la provincia de Guantánamo, que en medio del complejo panorama epidemiológico a causa de la COVID-19 han sido indispensables dentro del equipo de pesquisaje comunitario, tarea que saben marcará sus vidas y asumen con orgullo y compromiso.

Todas las mañanas cada uno pesquisa a un centenar de familias del centro y norte de la Villa del Guaso, como igual cumplen sus colegas en el resto de la urbe, donde se despliegan dos mil 135 de estos futuros profesionales, para quienes esta labor deviene acción formativa, sobre todo en los principios de prevención, responsabilidad y humanismo que sustentan la medicina cubana.

Hoy George y Bryan, de cuarto y tercer año de la carrera de Medicina, se autodefinen como mejores estudiantes y personas al aportar su granito de arena al combate contra la primera gran pandemia del siglo XXI, desde la oportuna intervención en las comunidades, vital para cortar la cadena de transmisión, detectar a tiempo a los infestados y prevenir desafortunados desenlaces.

El Doctor Enrique Pupo Durán, Vicerrector general de la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo, reconoce el impacto estudiantil en esta misión por salvar vidas, que con rigor -dice- se perfecciona en las áreas de Salud de los 10 municipios de la provincia, incluido Yateras, el único en Cuba sin incidencia del SARS-CoV-2, donde la prevención ha sido decisiva.

Explicó el directivo que sólo con excepción de los alumnos de cursos terminales, que realizan hoy sus prácticas preprofesionales, desde el 12 de enero los estudiantes continuantes de las diferentes carreras del campus se incorporaron al trabajo comunitario integrado, para el enfrentamiento a la COVID-19, al cual se sumaron, a partir de febrero, los nuevos ingresos de la institución.

Diariamente se les ve visitando casa a casa y asumiendo labores de promoción de salud, procederes que han sido fundamentales en la evolución epidemiológica de Guantánamo, que tras figurar varias semanas como la provincia cubana de mayor incidencia de la enfermedad hoy viene aplanando la curva de infestación y lucha por alejarse cada vez más de la cima de la indeseable lista.

Mientras otro grupo universitario, de diversas especialidades y años de Ciencias Médicas, han estado colaborando -en rotativos equipos de una veintena- en tareas de los servicios (la mensajería, limpieza, traslado de alimentos y ropa limpia), en las zonas roja y amarilla del Hospital de Campaña habilitado en la propia escuela, antes para contagiados y hoy para contactos de casos positivos.

En el atípico escenario, que obliga a avanzar reajustándonos a la nueva realidad con estrictos protocolos, todos estos jóvenes que prueban ahora su voluntad y compromiso paralelamente prosiguen su curso académico a distancia, a través de aulas virtuales, modalidad muy socorrida en el actual contexto global.

Pupo Durán señaló a la Agencia Cubana de Noticias que el período lectivo para sus estudiantes no se ha detenido, sino sólo las clases presenciales, y previamente se rediseñó el programa de las diferentes disciplinas y cada asignatura trazó su estrategia, para una vez reiniciada la presencialidad complementar con lo pendiente y vencer todos los contenidos.

Las clases y orientaciones se siguen hoy desde la página virtual de la Universidad -dijo-, y la interacción directa con los profesores, para consultas docentes, tiene lugar dos o tres veces a la semana, en pequeños grupos en los policlínicos locales, cuyas áreas de computación están a disposición de aquellos alumnos sin disponibilidad de tecnología o de conexión a Internet desde casa.

Subrayó el Vicerrector General de Ciencias Médicas de Guantánamo que en tiempos de COVID-19 la formación de los estudiantes de la rama constituye también un reto, que se asume con exigencia, pues de ello depende nada menos que la calidad y excelencia de los futuros profesionales y servicios de la Salud.

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