Guantánamo.- Si analizamos el segundo lugar que alcanza la selección de Los Leñadores, en la Serie del Caribe Panamá 2019, pudiéramos argumentar que es un buen resultado, pero si valoramos el desempeño del equipo cubano, dos victorias con tres derrotas y una pobre ofensiva, entonces llegamos a otra conclusión.
Los debates y la polémica comenzaron desde el mismo día en que fue dado a conocer la nómina de 28 peloteros que asistirían al Clásico caribeño, evento que deseamos ganar sí, pero no lo alcanzaremos con la mentalidad tradicional y los esquemas gastados por parte de los directivos del béisbol cubano.
Sin caer nuevamente en cuáles jugadores debieron o no estar en la selección nacional, mejor es revisar lo acontecido en esos cinco juegos, en que más allá de los bates fríos, salieron a relucir las mismas deficiencias detectadas en los últimos eventos internacionales.
Desde el primer día se supo que el estadio en que se jugó era bien difícil conectar batazos de grandes dimensiones, al extremo de que los cubamos no lograron ningún jonrón ni triple al menos. De ahí que se imponía conexiones sólidas y buscar alternativas parta producir carreras, algo que nunca llegó.
Bastaría resumir que de los bateadores de Los Leñadores solo el cuestionado Alfredo Despaigne, con 5 carreras, Carlos Benítez, con dos, y el veterano Frederich Cepeda, una, fueron capaces de impulsar carreras con sus conexiones.
Del resto la mayoría se vieron desconcertados en el cajón de bateo, ante lanzadores de buena velocidad, control y rompimientos, que desarticularon a la poderosa tanda cubana, concentrada para buscar el título de la Serie del Caribe, que una vez más se hace esquivo.
El área de los lanzadores nuevamente se comportó bien en este tipo de torneo. Sin embargo, resultó alarmante la sobre explotación del principal hombre de la selección nacional, el granmense Lázaro Blanco, por cierto ganador de los dos juegos del equipo, incluido el que dio el pase a la discusión del título.
Con esos esquemas será muy difícil salir de la crisis de títulos que tiene el béisbol cubano, otrora líder indiscutible del área, y de Campeonatos Mundiales, Copas intercontinentales, y otros eventos que se realizaban.
Nuevamente queda hacer análisis, estudios de lo que se hizo o dejo de hacer como debía. Sin embargo, de nada valdrá sino se adoptan las medidas que pueden comenzar, poco a poco, a cambiar el panorama, y una de ellas es, a mi juicio, rescatar las Series selectivas, concentrar la calidad de nuestros mejores peloteros.