Entregan martianos guantanameros valija a pacientes pediátricos

Guantánamo.- Miembros de la Filial Provincial de la Sociedad Cultural José Martí (SCJM) y pioneros de centros escolares de Guantánamo, llevaron su amor a pacientes del Hospital Pediátrico Pedro Agustín Pérez y entregaron una valija contentiva, entre otros, de un especial regalo para niñas y niños.

 “Sembrando esperanzas” con la payasita “Carcajada”, también llegó junto a la comitiva de martianos hasta la institución médica, a repartir sonrisas a pequeños que padecen enfermedades y trastornos congénitos, entre ellos a Danny David Rodríguez, quien con sus seis años, la recibió en la cama que lo acoge desde hace dos meses.

Junto a él, su padre Idael Rodríguez Samón, habló de la valía del proyecto social cubano, por no pedirle nada a cambio del costoso tratamiento médico que tiene su hijo, convaleciente de una rara enfermedad que le ha obligado a recibir numerosas transfusiones de sangre.

“El estado no me ha cobrado ni un solo centavo y el personal ha tratado a Davicito como si fuera hijo de ellos. Estoy agradecido por todo. Este es el país en que cualquier persona puede ser tratada por igual, aun en las peores circunstancias. También agradezco que numerosas instituciones como la Sociedad Cultural José Martí tengan a bien venir y darle estos momentos de ocio a los niños.” – concluyó.

Unos niños pacientes sufren anemias hemolíticas congénitas y permanecen por largos períodos en este hospital; otros asisten a consulta ambulatoria o están ingresados por padecimientos transitorios.

 A todos llegó el mensaje de amor de los martianos guantanameros, al llevarles juguetes, materiales escolares y un regalo especial: Muñecas Negras, como la del relato del Apóstol, confeccionadas por niñas en un taller de muñequería que se impartiera el mes pasado en la sede de su institución.

Por su parte la doctora Alina Rosa Pardo Durand, aseveró que acciones como la de los martianos contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes y coadyuva a disminuir las tensiones de sus acompañantes.

Al personal del centenario Hospital Pediátrico también reconoció la Sociedad Cultural, por los esfuerzos para brindar el mejor servicio a quienes lo requieren, pese al bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.

Los rostros de los pequeños y sus acompañantes revelaron alegría en medio del pesar, pues se sabe del valor humano al servir a quien más lo necesita.

Un acto de humanismo, sensibilidad y solidaridad de unos con otros, el cual insta a preservar el proyecto social que construimos y dicta que, cuando parece que el dolor puede cerrarnos las puertas, siempre habrá momento para “sembrar esperanzas”.

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