La Empresa Nacional de Servicios Aéreos asume el ensamblaje de un lote de aeronaves rusas modelo AN-2, para la fumigación, entre otros servicios, en beneficio de la agricultura y el control de vectores.
Dichas naves también prestarán servicio al sector del turismo, la transportación de carga y a la extinción de incendios.
Antes de ser enviados a La Habana, los equipos reciben una reparación integral y comprobación de vuelo en talleres y aeropuertos rusos.
Ariel Ortega, inspector principal de la Empresa Nacional de Servicios Aéreos explicó que antes de ser comprados se va al lugar donde se ofertan y se revisan técnicamente, de manera que cumplan con las exigencias que Cuba plantea en estos casos.
El ensamblaje se realiza en dos fases, una dentro del taller y otra fuera, y luego de concluir el proceso de armar las partes se vuelve a probar el avión y se realizan vuelos de control con toda la documentación establecida, precisó Ortega a la Televisión Cubana.
Estas aeronaves compradas son superiores a otras adquiridas de este modelo, porque el fabricante cumplió con los requisitos exigidos, de ahí que sean mucho mejores a sus antecesoras, argumentó Ortega.
Son aviones seguros y estables, pero por su autonomía de vuelo no tienen la capacidad de trasladarse desde Rusia a la mayor de las Antillas, entonces se guardan en contenedores y llegan por vía marítima, puntualizó el jefe del Departamento Técnico de dicha entidad, Ramón Chaviano.