En cada barrio de Cuba: Revolución

Guantánamo. – Hablar en Cuba de CDR, más que nombrar una sigla es nombrar a la familia más grande del país. La organización surgió 1961, como mecanismo de vigilancia en las comunidades, aglutinando al pueblo en diversas tareas.

Los Comités de Defensa de la Revolución renuevan cada día su significación. Su capacidad de convocatoria para actividades fundamentales como las donaciones voluntarias de sangre, la lucha anti-vectorial en las cuadras, la atención y solidaridad entre vecinos, resulta de vital importancia, comparable solo con la Federación de Mujeres Cubanas, Organización igualmente no gubernamental, de la sociedad civil cubana.

La familia cederista que agrupa a millones y millones de cubanos que a lo largo y ancho de toda la Isla forman parte de esta organización, que celebra ya 57 años de existencia.

En medio de las tareas de recuperación que se llevan adelante a lo largo y ancho de todo el país, tras la devastación dejada por el Huracán Irma, que en los primeros días de septiembre azotó el territorio nacional, los CDR ponen de relieve su valía.

En Guantánamo, la organización convocó a la unidad, la solidaridad y el entusiasmo que nos caracteriza para enfrentar las tareas encomendadas, entre ellas la vigilancia epidemiológica, el saneamiento de las áreas más afectadas y la distribución de los donativos recibidos.

En ese Consejo Popular los cederistas no se hicieron esperar; se multiplicaron las donaciones masivas de sangre; hasta Manuel Tames llegó una fuerza renovadora, para con manos amigas, ayudar a recuperar lo que el río de la comunidad arrasó a su paso.

Distinguían entre los organismos presentes el Destacamento Juvenil 9no Congreso de los CDR, compuesto por 46 jóvenes de diversos sectores de Guantánamo, destacados en su desempeño dentro de la organización, los cuales contribuyen en tareas culturales y socio-económicas de impacto para el territorio. Esa es, indudablemente, la continuidad de esta organización.

En esa misma localidad, como muestra infinita de solidaridad, a pesar de las afectaciones recibidas, quienes no fueron dañados organizaron una donación para sus vecinos y también para los que en otras provincias perdieron todas sus pertenencias.

Se acerca el 28 de septiembre y los cubanos esperaremos, una vez más, este nuevo aniversario de la masiva organización. Con cada joven que desde los 14 años y de manera voluntaria, pasa a formar parte de la más grande familia cubana, se reafirma la sentencia que inmortalizara la tonada: en cada cuadra un Comité, en cada barrio: Revolución.

 

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