Familiares, políticos, artistas y otras personalidades de la vida social española y catalana asistieron este lunes a la despedida de Montserrat Caballé, que por deseo expreso de la diva mundial fue una ceremonia discreta y privada en Barcelona, donde prevalecieron, a la par del dolor por la pérdida de la artista, el agradecimiento y la admiración por todo lo que hizo por la música.
En la ceremonia, junto a su viudo, el extenor Bernabé Martí; su hija, la soprano Montserrat Martí, y el resto de familiares, estuvieron la reina emérita Sofia, el jefe de gobierno Pedro Sánchez y el presidente regional catalán Quim Torra, así como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el líder del PP, Pablo Casado, el ministro de Cultura, José Guirao, y la consellera de Cultura, Laura Borràs, quienes escucharon algunas arias interpretadas por la célebre soprano.
“Para mí, Montserrat ha sido la soprano más importante del siglo XX, si alguien se le podía acercar era María Callas. Única y extraordinaria, una artista increíble, versátil y con un amor y vocación por su profesión extraordinarios. Con su vestido de María Estuardo o Isabel de Inglaterra… Era majestuosa”, afirmó José Carreras a los muchos medios presentes.
“Ha sido un icono importante, grandísimo, incomparable a nivel de belleza de canto y de perfección técnica. Fascinaba”, dijo Christina Scheppelmann, la directora artística del Gran Teatro del Liceo de Barcelona, la segunda casa de la artista.
Por su parte, el cantante Al Bano Carrisi, con quien trabajó en diversas ocasiones, declaró: “Hoy es el triunfo de la tristeza. Es una gran pérdida, humana y artística, como sabemos todos quienes hemos tenido la suerte de encontrarla, conocerla y quererla. Ha sido un milagro de mujer y de artista, una montaña de humanidad”.
Caballé falleció el sábado último, a los 85 años de edad, luego de brillar por cinco décadas en los mejores escenarios del mundo interpretando la obra de clásicos como Mozart, Bellini, Donizetti o Rossini, e incursionando en otras áreas de la música, una arista de la que son las expresiones más conocidas su colaboración con Freddi Mercury y el compositor griego Vangelis.
Precisamente, el mensaje de la corona enviada por Vangelis a la ceremonia indicaba: “Para la única e incomparable Montserrat Caballé”.
Grupos de admiradores se acercaron a despedir a la soprano cuando el coche fúnebre partió entre aplausos hacia el cementerio de Sant Andreu, un barrio popular de Barcelona, para ser enterrada junto a sus padres.
