Guantánamo.- Situar a la economía cubana a la altura que demanda y necesita la población de la mayor de las Antillas es un reto impostergable para el año 2018, y en esa dirección se encaminan los desafíos, plasmados en el proceso de actualización del modelo económico.
En todos estos años se implementaron varias medidas que tienen el objetivo de diversificar la economía, dotar a las empresas estatales de mayor autonomía, otras tantos en la rama agrícola, y el trabajo no estatal cobró fuerza, aunque todo ello está por pulir, para que naveguen por las aguas correctas.
El nuevo año se asoma en el horizonte y debe transitarse en la etapa de mayor complejidad, en lo referido a los acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista. Se enfrentan los problemas de más difícil solución incluidos en esa ruta crítica, entre ellos la dualidad monetaria.
Implementar la unificación monetaria es un asunto complejísimo, pero necesario y que debe resolver muchísimos problemas económicos, relacionados con la contabilidad en las empresas, y también con los ingresos que perciben los trabajadores por el desempeño que realizan en cualquiera de las ramas de la economía y los servicios.
Ello contribuirá, además, a las necesarias transformaciones para elevar la eficiencia, y la rentabilidad en las empresas estatales socialistas, de forma gradual, donde primen el orden, la disciplina, la exigencia.
Por ese camino comenzará el despegue económico que necesitamos, pues la actitud consecuente de cada trabajador influirá en la creación de la riqueza material que demandamos y así poder distribuirlas conforme al aporte de cada cual, como debe ser en una sociedad como la cubana.
Sin embargo, otros retos no menos importantes lo constituyen reforzar al máximo los mecanismos de control de los recursos materiales y financieros, la labor educativa priorizada sobre todo en la necesidad del papel de los tributos en la redistribución de la renta nacional, entre otros.
El año 2017 expira y la economía cubana muestra un discreto crecimiento, muy alejado de las necesidades y potencialidades, afectada por los fenómenos meteorológicos y el bloqueo norteamericano a la isla, problemas recurrentes que hay que sobreponer.
De ahí que el 2018 nos da la bienvenida con nuevos retos y esperanzas. Lo más importante continuará en la base de la unidad, el combate recio contra nuestras dificultades para enrumbar al país hacia la prosperidad necesaria.
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