Guantánamo.- Hace pocos días el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Índer) presentó un informe sobre las afectaciones del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba. En el documento se especifica que en los últimos cinco años las pérdidas ocasionadas al país ascienden a 15 millones de dólares.
Esa política arbitraria persigue desde sus inicios el fin de asfixiar al pueblo cubano desde todos los frentes posibles para generar descontento en la población.
El sector deportivo no escapa de esas limitaciones que trascienden los números. Datos revelados por la Dirección de Deportes en Guantánamo indican que a las dificultades en la adquisición de medios e implementos se suma el inadecuado desarrollo del sistema de alimentación, hospedaje y transportación de academias y centros de alojamientos, lo cual limita en buena medida el desarrollo de los atletas.
El déficit en el acceso a bibliografía actualizada, a materiales de oficina y medios informáticos, tales como computadoras, laptops y útiles reactivos para los laboratorios del Centro provincial de Medicina Deportiva limita las investigaciones científicas de los profesionales, así como la aplicación de sus resultados en función de resolver las problemáticas existentes.
La adquisición de materiales deportivos y aparatos para los gimnasios de Cultura Física, importantes para garantizar el bienestar y la salud del pueblo, es cada vez más difícil como resultado del bloqueo.
Lamentablemente, los recursos humanos son también blanco de la asfixia, pues, por ejemplo, en varias ocasiones el pago de jueces y árbitros internacionales es retenido en transacciones bancarias fuera de las fronteras cubanas.
Sin embargo, uno de los impactos con mayor repercusión popular es el impedimento de peloteros de la Federación Cubana de Béisbol de firmar contrataciones con las ligas estadounidenses, lo cual alienta la emigración ilegal e insegura, que pone en riesgo sus vidas e integridad física.
El bloqueo no es justificación ni “cuento de camino”, es real, y diariamente se siente su impacto. Es por eso que su eliminación es urgente y necesaria. A ese reclamo se han sumado activistas de diversas partes del mundo.
Durante los más de 60 años de la perversa política exterior de EE.UU. hacia el Archipiélago, el pueblo cubano resiste con creatividad, ingenio, sentido de pertenencia por el modelo social que se edifica, con igualdad y justicia social.
Tomado de Venceremos