Guantánamo. No quiero absolutizar, pero muy pocos gobiernos en el mundo dedican parte de su gestión a preocuparse por la recreación masiva, sana y segura de la población, en tiempos en que las economías, sobre todo la familiar, apenas alcanza para las necesidades básicas.
Lo cierto es que en Cuba la llegada del verano y con él las vacaciones de buena parte de estudiantes y trabajadores se vuelve responsabilidad del Estado, y dada esa voluntad es que funcionan activamente Comisiones de Recreación a diferentes niveles, cuyo fin es, bajo la batuta de los órganos de gobierno en sus instancias, diseñar, evaluar y hacer cumplir responsabilidades a las organizaciones y organismos implicados para que el período estival satisfaga las expectativas de la mayoría, no de una élite.
Ahora, no podemos pensar que el Estado cubano tiene la absoluta capacidad para resolver lo que se necesita y que todos nos recreemos a las anchas. El esfuerzo no siempre se corresponde con los resultados, pero ¿cuánto cuesta garantizar los recursos y otros medios para ello?
Puedo parecer conformista, sin embargo, son muchos los que necesitamos disfrutar en las vacaciones y aún son insuficientes los espacios y ofertas que centralmente pueden brindarse. La solución está en “descentralizar”.
Si algo bueno hemos logrado es que, en cada barrio, asentamiento poblacional, Consejo Popular (no hay que ir a buscarlos a ningún lugar), están, primero, los factores comunitarios directivos y luego los especialistas de deporte, cultura, recreación, después los espacios y locaciones para el provecho social. Todo está en los barrios…
Y es precisamente ahí donde hay que concretar, diseñar “a gusto del consumidor” lo que se desee para la etapa vacacional.
Ejemplifico con lo que aprecié en la comunidad de La Carolina en Yateras: un paso de río, deprimido por la intensa sequía que azota a la provincia… alrededor del sitio del escaso paso de agua, promotores de la Casa Municipal de Cultura animaban con música grabada y otras actuaciones en vivo, los de Comercio y Gastronomía expendían saladitos y bocaditos variados, refrescos, golosinas… los de deporte propiciaban juegos tradicionales de participación… Los de Orden Interior atentos… Todo dentro de la más estricta disciplina social.
¿Quiénes dirigían esa actividad integrada? Los factores locales de los Comités de Defensa de la Revolución, de la Federación de Mujeres Cubanas, el delegado de la circunscripción del Poder Popular, en fin… la gente del barrio.
Otras actividades si requieren de la gestión de las instituciones estatales diseñadas para ello. Muy pronto recorrerá Guantánamo el Proyecto “Sonando en Cuba”, atractiva oferta que mueve sobre todo a la juventud. El transporte de los artistas, la logística para su atención, la programación, la habilitación de la mejor instalación para el espectáculo, el aseguramiento de recursos para ofertar al público, entre otras cuestiones, si necesitan del actuar estatal.
Entonces han de integrarse las Direcciones Provinciales y Municipales de Cultura, de Deportes, Educación Física y Recreación, de Comercio y Gastronomía, de Transporte… en fin, el Estado tiene que asumir esa actividad central para que tenga el impacto que proyecta.
Los viajes masivos a ríos, playas, campismos, también pueden ser asumidos por el Estado, pero hay opciones que pueden aprovecharse por colectividades, digo grupos de vecinos, compañeros de trabajo o de estudio, que bien pueden alquilar un transporte privado o estatal para ese objetivo. Nada limita las iniciativas y el deseo de compartir en familia si de recrearse se trata.
Mi llamado es a aprovechar sin excesos, con mucha decisión, proyección y diseño, todos los espacios, recursos disponibles y las bondades de esta naturaleza espectacular que tenemos para el ocio, el esparcimiento en cada lugar, en cada sitio y con la gente que formamos para hacer mejor las cosas en este verano que obliga a ritmo de festival a descargar el estrés y liberar energía, pero con mucha disciplina.
Colectivo de autores, editores y gestores de contenido del multimedio Solvisión.