A los 36 años de vida una mujer o un hombre bien pueden haber encontrado el éxito profesional, creado una familia, diseñado un negocio, experimentar la pérdida de seres queridos y acumulado experiencias vitales, típicas o no, de más de tres décadas y media de existencia. Para una institución, cada una de esas dimensiones se magnifican.
El conjunto de personas que laboran en ella, la confluencia generacional y los cambios que conllevan las dinámicas propia de la vida, imponen un ritmo imparable e inevitable en el que se suman todos los que integran el colectivo.
El Telecentro Solvisión está hoy llegando a 36 agostos, atestiguando los momentos más trascendentales de la historia guantanamera, siendo parte de los procesos y transformaciones de la provincia más oriental de Cuba, dialogando, junto al pueblo, sobre las temáticas más acuciantes de la realidad que le circunda.
Conscientes siempre de todo lo que nos queda por hacer, insatisfechos por la calidad, las propuestas audiovisuales, la puesta en pantalla, los medios materiales disponibles, demandando siempre más del recurso humano – a mi criterio, el más valioso con el que se cuenta en dicha institución -.
Durante la última década el Telecentro ha Sido objeto de transformaciones materiales entre las que se incluyen el proceso de migración desde la televisión analógica hacia la digitalización, la creación de nuevo estudio para la grabación de programas en set virtuales, la creación de una Sala de Prensa Multimedial, desde la que se graban y se transmiten entrevistas, segmentos informativos y otros audiovisuales.
Cómo en una familia, nuestra principal fortaleza está en sumar voluntades para lograr nuestras metas: elevar la calidad de nuestros contenidos, hacer confluir cada vez más las necesidades informativas y recreativas del pueblo con nuestra puesta en pantalla, siempre desde la creatividad y la recursividad que nos han peotido sortear las numerosas carencias materiales en el medio de comunicación más caro que existe.
Gracias al quehacer de su colectivo el medio acumula hitos significativos que lo destacan entre sus similares a nivel de país. Es el único medio provincial que realiza transmisiones en vivo desde locaciones exteriores, sin la existencia de una unidad remoto – cuyo valor en el mercado excede al millón de dólares – empleando para ello las conexiones de fibra óptica existentes varios puntos de la provincia. La iluminación de los estudios de televisión constituye una innovación de integrantes de la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (ANIR).
Cada uno de los miembros de esta “familia televisiva” han contribuido y dejado su impronta en la obra televisiva que acompaña las tardes de muchos guantanameros, dentro y fuera de Cuba, gracias a las transmisiones en Internet y los contenidos publicados en plataformas digitales. Esto último transforma a Solvisión en un puente internacional que conecta a Guantánamo con su diáspora, en un diálogo constante y enriquecedor, en la mayoría de los casos.
El valor de los trabajadores de servicio, oficina, técnicos, periodistas, artistas y directivos se encuentra sin dudas en la obra publicada pero trasciende, a mi entender, más allá. En el tiempo de creación que no se comprende en el horario laboral, en las fiestas familiares que se sacrifican para lograr un producto audiovisual, en los desvelos para transmitir “A Tiempo” un acontecimiento relevante para la cotidianidad guantanamera, en la cordialidad y el espíritu de sacrificios necesarios para crear y transmitir contenidos en medio de un calor agobiante exacerbado por los focos y la temperatura que irradian los equipos de cómputo, en la multiplicidad de roles que asumimos para que la programación salga en tiempo y forma, pensando siempre en el televidente.
Entre los reconocimientos y premios acumulados en la última década se listan la Mención en la Conferencia Internacional de Radio y Televisión alcanzada por el Noticiero A Tiempo (2018). Varios premios nacionales alcanzados en certámenes de periodismo, como el Primero de Mayo o el 26 de Julio. En 2021 el medio alcanzó el Premio Nacional a la Innovación en el Festival Nacional de la Prensa “Julio García Luis” y constituye uno de los escogidos para iniciar la transformación en el modelo de gestión económica en el país.
El reto persiste: hacer que el resultado de cada esfuerzo sea lo más cercano posible a la perfección, mantenernos inconformes – porque esa es la clave del progreso de la humanidad – y en ese proceso aprender a trabajar con las potencialidades de cada miembro del equipo, elemento esencial en la receta del éxito de toda obra, motivando desde el ejemplo, clave esencial del liderazgo positivo.
Felicidades a todo el colectivo. Hoy más que nunca, cómo bien reza la etiqueta que hemos promovido durante este aniversario, #todossomossolvision.
Ms. C. de la Comuniciación y Lic. en Periodismo en la Universidad de Oriente. Coordinadora de la Redacción Digital y el Grupo Multimedia del Telecentro Solvisión
