¿Dónde están Fidel y Martí?

Guantánamo.  Dígame si usted sintió la falta de Fidel en este primer año de celebración del Día de la Rebeldía Nacional sin su presencia física… Dígame si usted no advierte el halo estimulante de Martí en cada acción que realiza.

El líder imbatible de la Revolución cubana argumentaba en el juicio al que fue sometido por la tiranía tras los hechos del Moncada,: “¡Parecía que el Apóstol iba a morir en el Año de su centenario… Tanto era la afrenta!”. Así afirmaba que Martí había sido el autor intelectual del Asalto al 26 de Julio.

Fidel y sus compañeros de lucha consideraron el ideario martiano como la base política e ideológica de este movimiento revolucionario que tomó precisamente el nombre de Generación del Centenario, en homenaje a los cien años del natalicio del más universal de los cubanos.

La propia composición social de los asaltantes: obreros, campesinos, intelectuales, estudiantes, constituyó la más cercana vinculación de este movimiento a Martí, el cual había proclamado en uno de sus versos sencillos: “Con los hombres de la tierra quiero yo mi suerte echar”

El Programa del Movimiento y su aplicación en caso de tomarse el poder, tenía profundas raíces martianas: el problema de la tierra, del hambre, de la miseria, de la vivienda, la educación y la salud, entre otros. Fueron también anhelos martianos en su tiempo.

En el juicio por los sucesos del Moncada, Fidel no negó esta vinculación con el ideario martiano y fue por ello que la tiranía prohibió se leyeran los libros del Apóstol en la cárcel donde guardaban prisión los jóvenes asaltantes.

La historia encargaría posteriormente, de reafirmar el propósito martiano de Fidel y los jóvenes de la Generación del Centenario, ya que tras el triunfo del Primero de Enero de 1959, toda la obra de la Revolución ha estado guiada por el pensamiento del Apóstol.

Los pilares ideológicos que sustentaron, sustentan y sustentarán a la Revolución cubana tienen en si fundamentos ideopolíticos de dos grandes hombres de la historia universal: Fidel y Martí. El primero bebió de la savia del Maestro y enseñó a su pueblo a hacerlo con el ejemplo que siempre emanó de sus acciones. En hombres como éstos la muerte no es verdad.

Tras la celebración del Aniversario 64 del Asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes aquel 26 de Julio de 1953, el Héroe Cubano está más vigente que nunca en el acontecer delos cubanos, lo que reafirma que la sangre derramada por decenas de jóvenes no fue en vano.

Su mejor discípulo, Fidel Castro Ruz, sigue cabalgando por la senda de gloria guiando a sus seguidores y llamando con voz clara al recuento: Siempre es 26.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *