El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ratificó que la compleja coyuntura económica del país exige trabajar sin descanso, con alternativas ya diseñadas y en función de un mayor bienestar para el pueblo.
Se trata “de dos prioridades absolutas: la preparación para la defensa y la batalla económica”, expresó el mandatario al intervenir en el cierre de la Tercera Sesión Extraordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
El Jefe de Estado comenzó su discurso haciendo referencia a la significación histórica de la proclamación de la nueva Constitución, el pasado 10 de abril. Justo en sus primeras palabras evocó el pensamiento del Héroe Nacional José Martí. “Ni Cuba ni la historia olvidarán los enlaces entre este 10 de abril y lo que ocurrió hace 150 años que nos definió”, sostuvo.
Argumentó que la Carta Magna proclamada tiene su raíz en aquella primera, que nació peleando y luego se afirmó en otras tres (Baraguá, Jimaguayú y la Yaya), para volver a nacer en 1901, de una Asamblea maniatada por la intervención yanqui.
En ese recorrido por la historia, el Presidente mencionó las constituciones de 1940, “sepultada por un déspota”, y la de 1976, que plasmaría los anhelos más radicales y que se convirtió en la primera socialista.
También dedicó palabras a la contribución de las mujeres. “De Ana Betancourt a Vilma Espín, es infinito el aporte femenino a la Revolución. Y se ha hecho por fin justicia. Las mujeres son mayoría en este Parlamento, como en todo lo importante en nuestra sociedad”.
Al referirse a la actual Ley de leyes, Díaz-Canel valoró que es “robusta pues tiene la guía nacional y la savia de los ajustes emanados de los debates con el pueblo”.
El Presidente advirtió que Cuba, como Guáimaro hace 150 años, tiene un enemigo tenaz y codicioso acechando cerca. “Entonces el ejército español se lanzó con odio sobre Guáimaro, hoy el imperio vecino amenaza, otra vez, y se lanza con medidas insensatas que escalan en agresividad y saña”.
Recordó que la actual administración estadounidense ha anunciado públicamente su intención de destruir cualquier propósito de desarrollar alternativas al capitalismo. Venezuela, Nicaragua y Cuba están en su agenda.
El mandatario ejemplificó que contra Venezuela han seguido el mismo guión empleado contra la isla al inicio de la Revolución. La novedad está en uso de la guerra no convencional, las fake news y los sabotajes a la redes informáticas. “El imperio corta la luz y el agua a los hermanos venezolanos”.
En cuanto a Cuba, dijo que el Gobierno norteamericano “ha hecho retroceder hasta el peor nivel las precarias relaciones con nuestro país”. En tal sentido, hizo referencia a la posible aplicación del título III de la ley Helms-Burton, la que en realidad debería llamarse, según Díaz-Canel, ley de la Esclavitud.
“Ahora lo aplazan por un mes o por unos días, con arrogantes amenazas, como quien sostiene sobre todas nuestras cabezas una espada capaz de cortarlas, si no nos rendimos. ¿Qué es la Helms-Burton toda, sino el bloqueo de 60 años convertido en ley?”, interrogó.
Tal y como ha alertado el General de Ejército Raúl Castro, “a todas luces se busca estrechar el cerco contra la soberanía cubana, recrudeciendo el bloqueo y en especial la persecución financiera”.
El presidente reconoció que internamente aún el país arrastra “los fardos de la ineficiencia administrativa, mentalidad importadora, falta de ahorro y los insuficientes ingresos por exportaciones”, sin excluir “las manifestaciones de corrupción y las ilegalidades, inaceptables en la Revolución”.
Argumentó que a partir del análisis objetivo de las condiciones actuales del país y el entorno internacional, se determinó una planificación de la economía en tres etapas: 2019- 2021, 2022-2026 y 2027-2030.
De acuerdo con el mandatario, para la primera etapa se fijaron seis sectores estratégicos: el turismo, la industria biotecnológica y farmacéutica; el electroenergético, la producción de alimentos; la exportación de servicios profesionales y la construcción.
“Para decirlo en buen cubano: la crudeza del momento nos exige establecer prioridades bien claras y definidas, para no regresar a los difíciles momentos del período especial”.
La vía, “sin temor al cambio”, “es quitando todos los días un pedacito a los problemas; aprovechando al máximo las fortalezas de la dirección colectiva y defendiendo con disciplina y compromiso las orientaciones de nuestro Partido”,señaló.
Entre las medidas que exigen acción más inmediata, enumeró la actualización del Plan de la economía para las situaciones más complejas.
Hay que “poner en marcha de inmediato medidas económicas pendientes que tienen que ver con demandas y necesidades; con la reorganización del comercio interior; el funcionamiento del sistema empresarial, las cooperativas agropecuarias y no agropecuarias y el trabajo por cuenta propia”.
Abundó que en el centro de las acciones estarán la agricultura, producciones exportables, el turismo, la sustitución de importaciones, la inversión extranjera y el encadenamiento productivo con toda la producción nacional posible.
Además, dijo, es imprescindible ahorrar y controlar bien los recursos, atender y aprovechar todo el potencial presente en la fuerza de trabajo calificada con que cuenta el país y seguir avanzando en el proceso de informatización de la sociedad.
El Jefe de Estado llamó a trabajar intensamente para mejorar los abastecimientos alimenticios, la vivienda y el transporte, así como la calidad de los servicios, “aun en medio de las asfixiantes persecuciones financieras que hacen particularmente difícil la importación de bienes y recursos de primera necesidad”.
“Hay que cambiar todo lo que deba ser cambiado y corregir todo lo que entorpezca y retrase el camino a la prosperidad, en el menor tiempo y con la mayor calidad. Lo que sí no cambiará, será nuestra actitud frente a los que sostienen la espada contra nosotros”, subrayó.
Leyó la frase del Comandante Fidel Castro, cuando valoró que “nuestro pueblo será tanto más grande cuanto más grandes sean los obstáculos que tiene delante; más hablará de nuestro pueblo la historia cuanto más dificultades tenga que vencer; más justicia le hará el porvenir cuanto más se le calumnie hoy”.
Aunque no sabemos lo que el destino nos depare, dijo, “sí tenemos la seguridad suficiente para decir que nuestra Revolución triunfará, porque sabremos defenderla; o que nuestro pueblo perecerá si es preciso perecer para defenderla”.
Concluyó su intervención con un llamado a defender estas convicciones en las masivas manifestaciones populares que se tendrán lugar el próximo Primero de Mayo. “Nos veremos en las plazas de la Patria”.
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