Día del Libro Cubano: leer es abrir una puerta al conocimiento

Guantánamo.- ” En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…” así comienza El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, novela del célebre escritor Miguel de Cervantes y Saavedra, monumento de la Literatura Española y Universal.

Este fue el primer libro publicado por la Imprenta Nacional de Cuba, una vez creada el 31 de marzo de 1959, a solo tres meses del triunfo de la Revolución Cubana la Imprenta Nacional de Cuba, a sugerencia del Comandante en jefe Fidel Castro. Por ello, a partir de 1981 se celebra la fecha como el Día del Libro Cubano.

Lo que antes se creía un sueño, se había hecho realidad. Reproducir millones de ejemplares, que por su costo reducido y masividad en las tiradas pudieran estar al alcance del pueblo. Entonces se convertía a Cuba en uno de esos países del mundo donde el libro es un compañero indispensable para el hombre.

Posteriormente llegarían a las librerías cubanas obras de Pablo Neruda, Marcel Proust, Ernest Hemingway, Rubén Darío y Nicolás Guillén, además de textos y folletos con el propósito de alumbrarle el camino a un millón de iletrados y a otras personas con bajo nivel educacional.

La labor realizada desde enero de 1959 hasta hoy es colosal. Unido a la impresión de textos para la formación integral del hombre, se instauraron premios literarios. De esta manera, se favoreció el crecimiento de las editoriales cubanas y más tarde se unieron a esta inventiva, las editoriales provinciales.

La Feria Internacional del Libro, evento cultural más importante del país, constituye un colosal esfuerzo editorial y no ha dejado de celebrarse aun en las más difíciles condiciones económicas de país. Esta y otras festividades relacionadas con la lectura, fuente inagotable de saber y disfrute, se extienden a todos los rincones de la geografía cubana.

Por ende, es importante que este Día del Libro Cubano, sea un espacio donde prime la invitación a recapacitar, a pensar en el presente y futuro, con la certeza de que leer, es una posibilidad para elevar en la población, los valores literarios, históricos, estéticos… que leer, es abrir una puerta al conocimiento.

 

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