Descenso de los embalses en Guantánamo es discreto y no alarma

Por Pablo Soroa Fernández, de la ACN

Los casi 194 millones de metros cúbicos (m3) de los embalses de la provincia de Guantánamo, equivalen al 55,72 por ciento de llenado, y reflejan un discreto descenso del contenido de esos reservorios, en correspondencia con las escasas precipitaciones propias de la etapa del año.

Raúl Mesa Belón, del Ejecutivo de la Union Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción y experto en la rama hidráulica en el territorio, explicó que recién concluido febrero, cuarto mes del período seco (noviembre-abril), es natural esa merma en el contenido de las represas, diseñadas para almacenar en conjunto más de 347 millones.

Precisó que aunque otras provincias transitan por esa etapa poco lluviosa, en ésta las primaveras tempranas suelen estorbar la zafra, al humedecer en exceso los senderos por donde transita la caña hacia el basculador.

El entrevistado califica a esa paradoja climática, como prueba de que la sequedad absoluta no es el rasgo distintivo de los 31 días que cierran el trimestre.

Explicó que esas incongruencias son propias del ciclo hidrológico (“al que algunos denominan hidroilógico”) y cita como ejemplo que en septiembre de 2020, en pleno período húmedo, “los mismos embalses almacenaran 154 millones de metros cúbicos, 39 millones menos que ahora, debido a una sequía”.

Y añade: en noviembre de 1993 y 1994, envueltos en la fase seca, las represas del valle de Guantánamo tuvieron que verter, debido a constantes aguaceros.

Los 243 milímetros de laminas de lluvia descendidos desde el primero de enero se corresponden, según el parte de la Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos, con poco más de la quinta parte de los que tradicionalmente reportan los pluviómetros desde Niceto Pérez a Maisí, y de Punta de Barlovento a Realengo 18, límites geográficos del Alto Oriente de Cuba.

El suministro de agua a la población, la industria y la agricultura en Guantánamo, están, sin embargo, fuera de peligro, al encontrarse al 72,6 % de llenado el embalse Faustino Pérez, garante del abasto a la sexta urbe más poblada del archipiélago, y al 66,75% La Yaya, la mayor de la provincia, de la que depende la rama agropecuaria.

La distribución del agua almacenada en ese reducto del municipio de Niceto Pérez (limítrofe con Santiago de Cuba), constituye un alivio no solo para los encargados de producir alimentos, sino también para el segmento sur de la Villa del Guaso, a cuyos residentes entrega el preciado líquido, a través de la derivadora Guanta.

Aunque la sequía en Guantánamo aun no disfruta de rango, afecta a más de 22 mil personas, por coincidir con el agotamiento de fuentes de agua superficiales y subterráneas en varios municipios, entre ellos el más cercano a esta ciudad: Manuel Tames.

Por la geografía de este territorio, asiento de la estratégica Faustino Pérez, fluyen sin detenerse los ríos Guaso y Yateras, dos de los más caudalosos de la única provincia con el privilegio de poseer ” una zona semiárida (la franja costera sur), donde la evapotranspiración supera con creces a la humedad, y otra tropical lluviosa, las Cuchillas del Toa.

En ésta última descienden más de tres mil milímetros de lluvia por año, sin embalses para aprovecharlos, ni necesidad de ellos, gracias a la red fluvial que la circunda y beneficia al municipio de Baracoa, segundo municipio más importante de la provincia, y asiento del núcleo poblacional primigenio de la nación caribeña.

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