El ministerio de Defensa de Rusia confirmó que en el día de ayer un helicóptero Mi-8 con cinco personas a bordo fue derribado en Siria.
Este es el tercer helicóptero que pierde Rusia en el país árabe desde que lanzara su operación aérea en septiembre del 2015 para detener la expansión de los grupos terroristas Estado Islámico y el Frente Fatah al Sham, antiguo Al Nusra.
En la provincia de Idlib, fue derribado desde tierra un helicóptero ruso Mi-8 que regresaba a la base de Jmeymim tras entregar ayuda humanitaria en la ciudad de Alepo.
A bordo de la aeronave viajaban tres tripulantes y dos miembros del Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, dijo el Ministerio ruso en un comunicado. Todos los ocupantes de la aeronave fallecieron.
Al confirmar la muerte de los ocupantes del helicóptero, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, trasladó las condolencias del Gobierno a las familias de los militares que perdieron la vida en este ataque.
“Desde el jueves pasado Rusia y Siria han puesto en marcha una operación humanitaria a gran escala para ayudar a la población civil de la ciudad de Alepo”, precisó la agencia RT.
“Este operativo ha sido posible después de que el Ejército sirio rodeara la zona controlada por facciones armadas ilegales”, agregó.
Según afirmó el jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor General ruso, teniente general Serguéi Rudskói, el siniestro ocurrió en una zona controlada por el grupo terrorista Frente al Nusra y unidades de la “oposición moderada”.
Rudskói calificó el derribo de Mi-8 de atentado terrorista.
El modelo Mi-8 es uno de los helicópteros multipropósito más populares del mundo.
Según las necesidades, este tipo de aeronave se emplea para realizar misiones de transporte de personas o de cargas.
Además, es posible instalar armamento en el helicóptero.