Guantánamo. Las noticias internacionales son escalofriantes: “Un nuevo informe desvela que la Policía estadounidense mató a 1129 personas en 2017, una cuarta parte de los fallecidos eran afrodescendientes, aun cuando ellos solo representan el 13 por ciento de la población total del país… Además de englobar el 25 % de las víctimas mortales de la Policía de Estados Unidos, los afroamericanos también son tres veces más propensos a ser asesinados que los blancos, según reveló el jueves un informe de la página web Mapping Police Violence, (mapeo de la violencia policial, en español)… Los negros del estado de Oklahoma (centro-sur), detalló el texto, tienen siete veces más probabilidades de ser abatidos por la policía que sus contrapartes en el estado de Georgia (sureste)… “Así las cosas, dijera un colega.
En otros países del mundo, seguidores de este fatal ejemplo, también suceden hechos como esos. Sin embargo en Cuba un día como hoy rememoramos que en 28 de octubre de 1958 había nacido la Policía Rebelde, en la Sierra Cristal por la idea del entonces Comandante Raúl Castro Ruz, con el objetivo de mantener el orden en las zonas ya liberadas.
Con ese mismo propósito, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fundó el 5 de enero de 195,9 la Policía Nacional Revolucionaria, órgano del Ministerio del Interior que sería desde entonces, defensor de la seguridad ciudadana.
El hecho se aprecia en una colectividad con pocos sucesos violentos, más cuando se le compara con las ciudades y los pueblos de América Latina y de otras partes del planeta.
Desde su nacimiento la PNR es parte activa y responsable de la sociedad, parte integrante del pueblo, porque acompaña a los cubanos en todos los momentos y procesos, con la garantía del orden público, la tranquilidad ciudadana y la seguridad vial.
En el transcurso de la Revolución sus combatientes han sido protagonistas de numerosos e importantes momentos para la consolidación de nuestro proceso social: la lucha contra bandidos en el Escambray y en la defensa de Playa Girón tras la invasión yanqui, la eliminación de las fuerzas contrarrevolucionarias que atentaban contra la población civil y los objetivos económicos… en las pequeñas batallas que constantemente libra el pueblo cubano para preservar las conquistas que se atesoran, hacen de la PNR la dueña del destino de su pueblo.
En su discurso por el aniversario 40 de la constitución de la Policía Nacional Revolucionaria, efectuado en el teatro “Carlos Marx”, el día 5 de enero de 1999, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz señaló: “Expresaba la impresión de que estábamos escribiendo una página sin paralelo en la historia y luchando no ya solo por nuestro pueblo, sino cumpliendo también el deber impuesto por el destino de luchar a la vez por la humanidad, y en esa lucha ustedes tienen una función muy importante,… decisiva, porque de ustedes depende el orden interno, y si perdiéramos la batalla del orden interno lo estaríamos perdiendo todo… Como guardianes del orden interno que son ustedes, nos corresponde hablarles de esa tarea principal y de la misión a cumplir… sin abandonar absolutamente una sola tarea revolucionaria, incluida la defensa de la patria con las armas en la mano si llegara el momento, está la tarea fundamental, de enorme trascendencia económica y política, de combatir y de vencer al delito… Hay que luchar con todos los medios lícitos; hay que acudir a la vergüenza, incluso a la vergüenza pública. Hay que acudir a las leyes”.
Y concluía Fidel – “A ustedes les pedimos la parte principal en esta lucha, que debe ser una lucha de todos, de todos, los ciudadanos, las organizaciones políticas y de masas, las instituciones, las leyes”.
Hoy los combatientes celebran su aniversario 59 y, más que los resultados de tantas décadas de acompañamiento, se sienten comprometidos y decididos a continuar cumpliendo sus tareas y a mantener los logros de la Revolución.
Las constantes acciones preventivas y educativas de miles de hombres y mujeres, disminuyen las comisiones de delitos, se esclarecen con rapidez los hechos que condena la sociedad y se salvaguarda el orden, la disciplina y los intereses del Estado.
Ahí van a toda hora, con su azul uniforme en las calles, pendientes de los escolares que cruzan las vías rumbo a su escuela, o de los jóvenes que se divierten en plazas y parques… están en todos los sitios, siempre atentos al orden y al cumplimiento de las leyes.
Así es que no es de extrañar, como suele señalar un spot televisivo, alguien se les acerque y pregunte: “¿Policía, eres mi amigo?”
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