Cumplidores con el 26 de Julio

Guantánamo.-  El mediodía del sábado 22 de julio de 2016 fue el momento de satisfacción para 150 constructores de las cinco provincias orientales y Villa Clara por cumplir con la palabra empeñada: completaron la conformación de la rasante en el vial Yumurí-Jobo Claro, en ejecución en Maisí, en saludo al aniversario 64 del asalto a los cuarteles Moncada y Céspedes, comandado por el líder histórico de la Revolución Fidel Castro.

“Parecía que no, pero sí, llegamos a la rasante antes del 26 de julio”, dice Pedro Julio Espinosa Álvarez, director del contingente Leoncio Vidal, de Villa Clara, colectivo presente en la obra.

Camilo Chapman Fuentes y Fulgencio Toranzo Arbella, holguineros, afirman que el saludo a la fecha patriótica es el resultado del esfuerzo mancomunado de los constructores de varios territorios, en una obra de gran importancia para Maisí, prácticamente devastado por el huracán Matthew, en octubre pasado.

“Al principio cada provincia tenía un tramo y una tarea a ejecutar, pero en las últimos días eso se perdió, nos entremezclamos en el afán de cumplir con la meta y por el compañerismo entre orientales y villaclareños”, afirma el arquitecto Miguel Velasco Alemán, responsable de la obra por encargo del Ministro cubano de la Construcción. 

El directivo de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) de Construcción y Montaje, subraya que es decisivo para concluir este año el segmento de 4,5 kilómetros de largo, que evitará el paso por la peligrosa loma La Boruga en la carretera Baracoa-Maisí, la cual bordea la costa norte desde la Ciudad Primada hasta el puente sobre el río Yumurí.

La terminación del desvío es esencial para lograr el acceso de rastras, camiones con remolques, ómnibus grandes y otros medios pesados al municipio más oriental de Cuba.

Las pendientes y cerradas curvas en La Boruga y la interrupción en varios puntos de la carretera Cajobabo-Maisí, por el litoral sur, hicieron imposible llevar desde los primeros instantes grandes cantidades de recursos para asistir al territorio tras el paso del meteoro. 

“El trazado es más largo con el propósito de reducir la inclinación de las pendientes máximas hasta 14% y hacerlo mucho menos sinuoso que en el tramo viejo”, explica Crescencio Reyes García, especialista en la Empresa de Diseño e Ingeniería Guantánamo.

Tendrá ocho metros de ancho, de ellos seis pavimentados y uno de paseos a ambos lados. También incluye siete obras de fábrica (alcantarillas).

Previo acuerdo con el proyectista, en el segmento final y más alto del desvío, los constructores bajaron un poco más la rasante que lo previsto para que el paseo situado hacia el precipicio quede por encima y sirva de protección

Agrega el proyectista de la obra que llegar a la rasante requirió de un esfuerzo descomunal, pues fue necesario abrir la vía excavando con explosivos las paredes de cuatro terrazas marinas. Se removió cerca de un millón de m3 de material y el 70% fue de rocas calcáreas, aprovechadas en el relleno del vacío de las pendientes y la conformación del terraplén.

“Un dato ilustrativo es que es de 170 metros la diferencia de altura existente entre la primera terraza, muy cerca de Yumurí, y la cuarta, llegando a Jobo Claro, avanzando de Baracoa hacia Maisí, más al este”, detalla Reyes y agrega que en los últimos 1.4 kilómetros se eliminó una diferencia de casi la mitad de la elevación señalada.

Por su parte, Ramón Castañeda Rodríguez, intendente del Centro Provincial de Vialidad en Maisí, explica que la conformación de la rasante en el tramo, permite a trabajadores de la Empresa Constructora Guantánamo avanzar más en los trabajos de pavimentación, incluido el vaciado de hormigón hidráulico en las pendientes de mayor nivel.

Actualmente unos tres kilómetros de la calzada disponen de penetración invertida, 260 metros tienen vertido hormigón hidráulico en las dos sendas y otros 400 en una sola, según precisa el funcionario.

Una tarea dura y compleja

Cargando unas varas de árboles derribados por Matthew o por los constructores de la obra, Ismael Guzmán Acosta camina hacia su casa. El vecino de Yumurí hace la caminata varias veces al mes y le han permitido apreciar desde el principio y hasta ahora cómo evolucionó la ejecución del vial.

“Ahí la carretera están quedando especial, con más seguridad para los que viajan hacia o desde Maisí”, asegura.

Testifica que el grueso de la transportación de pasajeros por allí no corresponde al servicio público sino en su mayor parte a yipis (jeeps) y camionetas particulares que pasan atiborrados de personas por la peligrosa loma La Boruga.

Ismael confiesa que nunca pensó que llegaría ver pasar a ómnibus Yutong llevando o trayendo viajeros entre La Habana y La Máquina, la cabecera municipal de Maisí, como se anuncia sucederá después de que esté listo el vial.

Lo que no conoce es que lograrlo coronará una labor compleja y dura. En ella emplean 22 buldóceres, 6 retroexcavadoras, 3 motoniveladoras e igual número de cargadores frontales, además de 30 camiones de volteo, pipas de agua y de combustible, plantas de engrase y talleres móviles.

Tal concentración de equipos se debe a que el nuevo trazado se abrió mayormente sobre bosques naturales casi impenetrables, en un terreno irregular, con tramos de rocas costeras conocidas como diente de perro al que hubo que dominar con explosivos.

“A pesar de eso tuvimos varios días en que teníamos funcionando a la mitad de los buldóceres por roturas”, señala Miguel Velasco Alemán, el responsable de la obra y declara que fue testigo del insólito hecho de ver partida la cuchilla frontal de un equipo.

Por esa causa, el aprovechamiento general de los equipos fue del 50%, pero, al final, sobre la geología del terreno se impuso el espíritu de los constructores orientales y villaclareños, los cuales laboraron desde casi el amanecer hasta la puesta del sol.

Reyes, el proyectista, a su vez señala que con la pavimentación y la construcción de los badenes de drenaje y alcantarillas no concluye la ejecución del proyecto Yumurí-Jobo Claro. Hay que acometer la rehabilitación del paisaje, con tareas de conservación de suelos y la reforestación con especies análogas a las existentes en el área, entre otras actividades.

En definitiva, el tramo Yumurí-Jobo Claro es una de las obras que mayor impacto económico y social tendrá en Maisí, entre las numerosas terminadas o en ejecución para eliminar la devastación causada por Matthew en el municipio.

Su terminación se aproxima cada vez más para hacer posible el sueño de los maisienses de comunicarse directamente por Ómnibus Nacionales con la capital y otras ciudades del país, sin tener que hacerlo desde Baracoa o Guantánamo como es lo habitual ahora.

En lo que concierne a los constructores, con el completamiento de la rasante en todo el vial tienen la satisfacción de ser dignos cumplidores con el 26 de Julio.

 

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