Por: Oscar Sánchez Serra
Si algo ilustra el alcance del movimiento deportivo cubano, que hace 61 años se institucionalizó con la Ley 936 que dejó instalado al Inder como organismo del Estado con el encargo social de promover la salud mediante la práctica de ejercicios físicos, es justamente el territorio que hoy celebra ese cumpleaños: Guantánamo.
¿Qué era esa porción, la más oriental de Cuba, y qué es hoy? Desde que el entonces presidente de la República, Tomás Estrada Palma, en febrero de 1903, firmó la cesión del territorio de Caimanera a Estados Unidos para establecer allí una base naval, en contra de aquel pueblo y de todo el de Cuba, ese terruño y la actual provincia guantanamera estuvieron marcadas por la bota yanqui: la pobreza, la prostitución, la insalubridad y la falta total de oportunidades pululaban. No era posible, siquiera, aspirar al desarrollo, así que, de práctica de deportes, muchísimo menos.
Hoy Caimanera y Guantánamo son la primera trinchera antimperialista del país, y su sociedad, aun en las fauces del enemigo, sintiendo el mal aliento del bloqueo económico, comercial y financiero, recrudecido cínica y cruelmente en los tiempos de pandemia, se ha mantenido invicta. Hoy resiste y, como Cuba, se propone hacerlo creativamente. Una expresión de la fuerza de la Revolución que trajo al Inder, es que hay tierra del Guaso en el firmamento olímpico y mundial del deporte.
Tanto es así que Guantánamo, con 18 títulos dorados en los Juegos Olímpicos tiene la misma cantidad que Austria, o que solo tres naciones de América Latina y el Caribe, Brasil, Jamaica y Argentina, poseen más victorias que esa provincia cubana, que tiene poco más de medio millón de habitantes. Y llega a más: de los 206 países reconocidos por el Comité Olímpico Internacional (COI), 169 tienen menos preseas áureas que esa bella geografía cubana. Guantánamo, además, cuenta con el orgullo de que 21 de los títulos mundiales logrados por Cuba son obra de sus hijos.
Se dice fácil, pero allí, sin un movimiento que nace en las clases de Educación Física y en una recreación sana de su pueblo, gestado por la obra de la Revolución, con el mismo cumpleañero que hoy sopla su velita 61, ni pensar en esos palmares.
Desde la bella Baracoa le llegó a los latinoamericanos y caribeños la primera corona olímpica de una mujer. María Caridad Colón Ruenes, con la sangre mambisa de su abuelo, el comandante Félix Ruenes, alcanzó en Moscú-1980, con récord olímpico de 68,40 metros en la jabalina, ese triunfo. Tuvieron que pasar 84 años bajo los cinco aros para que el subcontinente viera subir a una mujer a lo más alto del podio. Hoy ella, la baracoense, es miembro del Comité Olímpico Internacional. Sí, la primera cubana con esa investidura, también es guantanamera.
Desde que en 1968 Hermes Ramírez abriera la senda medallista de Guantánamo, con su medalla de plata como parte del relevo 4 x 100 metros, en los Juegos Olímpicos de ese año, en México, el territorio no se ciñe solo a la práctica de la pelota o el boxeo. Actualmente se practican en toda la pirámide de la formación del deportista, comenzando por su EIDE Rafael Freyre, 23 disciplinas.
Sí, hay que mejorar sus instalaciones para la práctica del deporte, como se exigió en la reciente visita de la presidencia del Inder a ese territorio, pero lo cierto es que no se han detenido y, como expresión de ese movimiento, hoy mismo arranca en Baracoa la Vuelta Ciclística a Oriente, con la participación de todas las provincias de esa zona, los equipos nacionales y el centro técnico de Cienfuegos.
Este 23 de febrero, el deporte está de cumpleaños, y Guantánamo es su casa, porque ha hecho de su práctica una fiesta para su población.
Fuente: Granma