Cuenta propia y correcta

Trabajo por cuenta propia: nuevas regulacionesGuantánamo.-  La implementación del trabajo por cuenta propia (TCP), en nuestro país configura un escenario importante y trascendental, recogido en los documentos para la actualización del modelo de desarrollo económico socialista.

En la actualidad poco más de medio millón de cubanos tienen licencias para trabajar en esa forma de gestión no estatal y, aunque aún está congelado el proceso de entrega de nuevos permisos, ya se conoce que a partir del 7 de diciembre se reanuda, con nuevas posibilidades y la reagrupación de otras.

La realidad es que el TCP toma fuerza en el archipiélago cubano. Son varias las ventajas que ofrece pues facilita el reordenamiento laboral en el sector estatal, lo cual a su vez propicia que el Estado pueda concentrarse en las actividades productivas y servicios fundamentales.

Por otra parte, en estos años una buena parte de los cuentapropistas contribuyen al aumento de las ofertas y la calidad de bienes y servicios, fundamentalmente los relacionados con la gastronomía, de alta demanda por parte de todos los ciudadanos en cada municipio del país.

No obstante, y sobre todo a partir del año 2010, el TCP creció notablemente en toda Cuba, y con ello surgieron manifestaciones que no deben permitirse, entre ellas las relacionadas con las violaciones del fisco, pues el pago de impuestos es una necesidad y un deber de cada uno de los que se dedican a esa actividad.

De igual manera problemas de control y fiscalización dieron rienda suelta a numerosas malformaciones, muchas de ellas vinculadas a la falta de un mercado mayorista, donde los cuentapropistas pudieran adquirir productos y herramientas de trabajo. Lo importante es que se trabaja en corregir esas dificultades.

En tal sentido en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 35, se publican un conjunto de normas que sirven para implementar la política relacionada con el TCP en la mayor de las Antillas. En ella aparecen 5 decretos leyes, un decreto y 14 resoluciones complementarias, todas ellas entrarán en vigor en el mes de diciembre de 2018.

Además, se precisan nuevos requisitos para el otorgamiento de licencias, así como las normas e infracciones contempladas con sus sanciones correspondientes, de forma que se incremente el control y se garantice la filosofía con que se abrió esta modalidad.

En resumen, el TCP llegó para quedarse definitivamente en nuestra sociedad. Es una necesidad y un reclamo del pueblo, pero ahora corresponde que cada uno de los que tengan sus licencias pueda transitar por la cuenta correcta en los reglamentos establecidos, y sobre todo, en la contribución tributaria.

 

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