Con la inspiración en la Protesta de Baraguá, protagonizada hace 142 años por el Lugarteniente General Antonio Maceo ante el fin de la guerra sin independencia, Cuba se levanta hoy frente a la creciente hostilidad estadounidense.
Desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y la arremetida imperial que desató contra ese proceso de transformaciones el gobierno de la vecina nación norteña, la fecha ha devenido cada año fuente de coraje, fuerza e inteligencia para sortear los disímiles obstáculos derivados de las restricciones impuestas al desarrollo del país.
Este domingo, cuando las flores frescas ante el obelisco de Mangos de Baraguá recuerden el tributo perenne al gesto viril del también llamado Titán de Bronce, estarán también reafirmando la voluntad del pueblo cubano de preservar las conquistas sociales y de dignidad humana alcanzadas en más de 60 años.
Allí, en el municipio santiaguero Julio Antonio Mella, los vecinos representarán a sus compatriotas de todo el país en esta jornada patriótica, que tuvo un hito en el Juramento de Baraguá, en el año 2000, cuando en ese sagrado sitio cientos de personas, con Fidel Castro al frente, invocaron la resistencia como única opción.
En estos 142 años, la respuesta negativa de Maceo ante la propuesta del general español Arsenio Martínez Campos que suponía el fin de las hostilidades sin zafarse las cadenas de la dominación colonial ni lograr la abolición de la esclavitud, ha sustentado la rebeldía y la convicción de que la rendición no cuenta como alternativa.
Cuando el bloqueo económico, comercial y financiero de la mayor potencia mundial arrecia sus mecanismos al punto de la asfixia y la llegada de los barcos con combustible se convierte en una verdadera odisea, Cuba apela al espíritu que prevaleció en esta llanura oriental y encuentra el incentivo necesario en esa noble intransigencia.
A las complejas circunstancias de la realidad nacional, que ha incluido tornados y otros fenómenos meteorológicos adversos, se antepone la férrea decisión de mantener la unidad, puesta una vez más a prueba con el enfrentamiento a la pandemia mundial del nuevo coronavirus, el Covid-19.
No nos entendemos, la frase histórica con que el adalid independentista selló el encuentro con el militar ibérico, cobra vigencia de vida o muerte en los desafíos que gravitan sobre la actualidad de Cuba, empeñada en no ceder un ápice en sus principios, su soberanía y su autodeterminación.
Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales