Guantánamo (Redacción Solvisión) Cuba persiste en mantener el carácter socialista de su Revolución a 54 años de haberlo declarado empeñada hoy en tener un socialismo próspero y sostenible.
Con un modelo económico y social que se actualiza, Cuba ejecuta un proceso en el que participa toda la sociedad y para el que se implementan nuevas formas de producción y nuevas regulaciones que posibiliten el desarrollo.
Esta nación no olvida los sucesos que marcaron el mes de abril en la historia.
El sábado 15 de ese mes, pero de 1961, aviones enemigos camuflados con insignias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias bombardearon el aeropuerto de Ciudad Libertad (en la capital), la base aérea de San Antonio de los Baños, al sureste, y el aeródromo de la oriental ciudad de Santiago de Cuba.
Los ataques de las aeronaves constituyeron un escalón superior en el cúmulo de acciones hostiles que el gobierno de Washington había organizado y financiado con el objetivo declarado de eliminar la Revolución.
Las agresiones planificadas desde suelo norteamericano habían incluido la voladura del barco mercante La Coubre el año anterior, la quema de cañaverales, ataques piratas con lanchas a poblados en el litoral cubano, atentados contra instalaciones gubernamentales y sociales, lo cual provocó la muerte de numerosas personas.
Hasta ese momento el gobierno cubano había dictado importantes leyes, entre ellas la de la Reforma Agraria, a la vez que un verdadero ejército de jóvenes y adolescentes enseñaban a leer y a escribir a los iletrados, incluso en los lugares más intrincados del archipiélago.
El 16 de abril, durante el sepelio de los caídos durante los bombardeos del día anterior, el pueblo se movilizó hacia las cercanías del cementerio de Colón. Desde los balcones colgaban las banderas cubanas y caían flores.
El cortejo fúnebre y la marcha de miles de persona se detuvo en la, desde entonces, histórica esquina habanera de 23 y 12, donde el líder de la Revolución Fidel Castro hizo uso de la palabra.
Definía que «esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes».
«Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida», sentenció.
En alusión al gobierno de Washington el líder expresó: «Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices Âíy que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos!».
De esa forma la Revolución cubana declaraba al mundo, y a Washington, su carácter socialista, horas antes de que una invasión organizada por la administración estadounidense llegara a las arenas de Playa Girón (Bahía de Cochinos), en la occidental provincia de Matanzas.
Acusó entonces a la administración estadounidense de entorpecer la marcha pacífica de la nación cubana, destruir los recursos económicos de su pueblo y las vidas de sus ciudadanos, y demandó que ese país asumiera la responsabilidad de la agresión.
Estos hechos nos van a enseñar, estos hechos dolorosos nos van a ilustrar y nos van a mostrar, quizás con más claridad que ningún otro de los ocurridos hasta hoy, lo que es el imperialismo, afirmó.
La imagen de los fusiles en alto en manos de hombres y mujeres inmortalizó el total respaldo al giro que tomaría en lo adelante el proceso revolucionario que continúa hoy en la isla caribeña.