En Cuba el diagnóstico prenatal de detección de las cardiopatías congénitas está por encima del 85 por ciento, cifra superior a otros países del mundo y ello se traduce en más felicidad para los niños y los padre.
Así lo asdeveró a la ACN el doctor Carlos García Guevara, Coordinar del Programa Nacional de Diagnóstico Prenatal de Cardiopatías Congénitas del Cardiocentro Pediátrico William Soler, aclaró que ese y otros logros de la Red Cardiopediátrica, que lidera la referida institución han sido posible gracias a la labor mancomunada con los especialistas de genética nacional y del programa materno infantil, del Ministerio de Salud Pública.
García Guevara, especialista de II Grado en Cardiología y Pediatría, manifiesta con orgullo haberle dedicado 20 años a ese cardiocentro, fundado por el Comandante en Jefe Fidel Castro el 26 de agosto de 1986.
Para mí constituye un privilegio trabajar en una institución visitada por el Líder de la Revolución cubana en 45 ocasiones, y hoy es la continuidad de los profesores -muchos de ellos no están entre nosotros- pero iniciaron un programa que lleva tres décadas de fundado con resultados notables, enfatizó el galeno.
Como médico revolucionario significa un sentimiento extremadamente hermoso cuando vemos niños con una cardiopatía compleja que gracias a esta institución se traduce en una felicidad y el bienestar psíquico, físico y de todo tipo para los infantes y la familia, abundó.
En los 33 años de creado en el habanero cardiocentro suman miles de niños operados e incorporados a la sociedad, resultado del colectivo que continúa la misión de cómo lo pensó Fidel.
Yo he seguido la obra de mi padre Carlos García Morejón (fallecido) es una generación muy linda donde tanto el hijo como el nieto hemos mantenido la tradición de un médico que desde muy joven se dedicó a hacer parte de lo que tenemos hoy: la Revolución, enfatizó.
Mi padre participó en la lucha clandestina y también cumplió misiones fuera del país, eso es una fuente de inspiración para seguir contribuyendo a elevar la salud y el bienestar de quienes “son la esperanza del mundo”, como señalara nuestro Héroe Nacional José Martí.
William García Lugo, el más joven de esa triada de médicos dentro de dos años se gradúa de especialista en Cardiología y seguirá los pasos de su abuelo, esta es la mayor satisfacción y alegría que pueda sentir un padre, también como hijo del precursor de toda esta obra y fundador del cardiocentro William Soler, remarcó.
Destacó que allí se llevan a cabo varios programas, además del de diagnóstico prenatal, el de cirugía cardiovascular, el de fiebre reumática, el de rehabilitación cardiaca, y el de las cardiopatías congénitas en el adulto.
Aclaró el especialista que esa institución no solo se ha limitado al estudio y al tratamiento de niños cubanos, sino también se ha extendido a otros países, entre ellos de Latinoamérica y de África.
En el caso de aquellas embarazadas a las que se detecta la existencia de una cardiopatía congénita compleja en el feto, se autoriza el traslado hacia La Habana al hospital Ángel Arturo Aballí, donde se le hace el parto y ha permitido que esos pacientes que nacen lleguen a mejores condiciones para realizarles la cirugía, por tanto mejora mucho el pronóstico, explicó.
Entre las cardiopatías más frecuentes que se diagnostican están la comunicación interventricular, la tetralogía de Fallot (el antes llamado mal azul del corazón), y la transposición de grandes vasos.
También se incluyen el síndrome de hipoplasia de cavidades izquierdas y los canales auriculoventriculares, este último muy relacionado con el síndrome de Down, concluyó.
