El 4 mayo de 2018 el Gobierno colombiano y el ELN solicitaron a Cuba continuar el interrumpido Ciclo de Diálogos que se había iniciado en Quito, a lo que Cuba respondió positivamente. El Grupo de Garantes presente al inicio de este proceso de negociación estuvo compuesto por Chile, Ecuador, Brasil, Venezuela, Noruega y Cuba. Para poder cumplir con el ciclo de conversaciones, Cuba accedió a la presencia del eln en su territorio, previa solicitud escrita del Gobierno y el ELN.
Las autoridades cubanas expresamente establecieron como condición a la delegación del ELN, que se ajustase rigurosamente al único propósito de su presencia en Cuba: negociar la Paz en Colombia. La estancia en Cuba del eln fue coordinada detalladamente con el Gobierno de Colombia.
El papel de Cuba en los procesos de negociaciones ha sido reconocido por la ONU y otras organizaciones internacionales. Cuba se ha distinguido por su capacidad negociadora para el avance en la búsqueda de consensos en virtud de lograr la paz en Colombia y otros escenarios internacionales.
La Isla desempeñó un papel destacado en los diálogos de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) iniciados en 2012, lo que ha sido reconocido por personalidades e instituciones de todo el mundo, el expresidente Juan Manuel Santos distinguió el papel de Cuba en las negociaciones, en el Foro por la Paz en Colombia, organizado en Madrid coincidiendo con su visita de Estado a España en el 2012.
El Gobierno cubano respeta la decisión de Colombia de dar por terminada la negociación. No obstante, reitera que, como parte de estas fue firmado un Protocolo para casos de ruptura, que recoge las condiciones en que debía producirse el regreso si se diera por terminado el proceso y reitera que actuará con estricto respeto a los Protocolos de Diálogo de Paz.
Juan Camilo Restrepo, exnegociador del equipo de paz del Gobierno colombiano, en entrevista concedida a w Radio, el 25 de enero, planteó: «creo que es un error poner a Cuba contra la pared, pidiéndole que extradite a estos señores. Porque Cuba, junto a Noruega, de muy buena fe, con el ánimo de apoyar y ayudar al proceso de paz en Colombia, entró en la negociación de buena voluntad. Yo creo que se deben respetar esos protocolos, como un país celoso, que respeta sus compromisos con otros países, porque recordemos que esos protocolos no son solo con Cuba, sino con Noruega, Chile, Brasil, Ecuador y la misma Venezuela, todos los cuales eran países garantes».
En entrevista con el Nuevo Siglo, el 27 de enero, Restrepo inquiría: «¿qué efecto diplomático y sobre la credibilidad de nuestra política exterior puede tener, en el mediano plazo, la postura adoptada por el Gobierno de Duque consistente en requerir en extradición a los negociadores del eln que actualmente están en la Isla?».
Pedir a un país Garante que incumpla las condiciones mediante las cuales asumió esa responsabilidad y ponga a disposición de la justicia a una de las delegaciones negociadoras es contradictorio con las normas del Derecho internacional y los principios aceptados en la solución de controversias.
Patricia Lara Salive, periodista de El Espectador, el 24 de enero escribió en su columna: «Hay que ser claros: todos los países, incluido Cuba, que expresamente condenó y rechazó todos los actos, métodos y prácticas terroristas en todas sus formas y manifestaciones. Todos los países creen que los culpables deben ser llevados ante la justicia y apoyan a Colombia en su determinación de hacerlo. Pero eso es muy distinto a decir que están de acuerdo con que se incumplan los protocolos».
Los Protocolos de ruptura son acuerdos jurídicamente fundamentados y validados para los casos en que no funcione la negociación. En virtud de lo anterior, representan un compromiso asumido por el Estado colombiano.
Expertos en Derecho internacional insisten en que el Gobierno de Iván Duque debe cumplir el protocolo que fue firmado a nombre del Estado colombiano. «Los compromisos internacionales siempre se adquieren en condición de Estado y no de Gobierno. El respeto a esos protocolos es fundamental para mantener la confianza de la comunidad internacional en el Estado colombiano», escribió la politóloga Sandra Borda en su cuenta de Twitter.
Cuba ha sostenido una histórica posición en defensa de la paz, en contra de la guerra y rechaza y condena todos los actos, prácticas y métodos terroristas, a la vez que jamás ha permitido ni permitirá usar su territorio para la organización de actos terroristas. Le asiste la moral de haber sido víctima del terrorismo de Estado.
Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad de Oriente en el 2010. Periodista, editora del sitio web y miembro del equipo multimedia de Solvisión.