Guantánamo.- Las nubes matinales auguraban un día de lluvia, con ese presagio llegué a la escuela secundaria básica Daniel Llosa Preval ubicada al sur de la ciudad de Guantánamo. Los estudiantes y sus profesores ya estaban listos para comenzar la fiesta por el cumpleaños 58 de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM).
Momento solemne: el tributo al Maestro, el izaje de la enseña nacional y ese coro gigante entonando las notas de nuestro Himno Nacional.
Entre poesías, dramatizaciones y danza, fueron revividas estampas necesarias de nuestra historia; como el acercamiento a la vida truncada de Paquito González Cueto, el primer pionero mártir de Cuba y también el recorrido por el surgimiento y trayectoria de la OPJM.
Luego, los más atrevidos demostraron sus habilidades en los bailes de moda y hasta en el deporte. Mientras que el toque emotivo llegó con los quinceañeros quienes, al compás del vals, arrancaron más de una lágrima…
Pero entonces, representantes de los tres grados protagonizaron un mini carnaval que al inigualable ritmo de la conga y de improvisadas carrozas subieron la temperatura, y con ello también comenzó a salir el sol, ¡no podía ser de otro modo!
Para cuando la fiesta llegó a las aulas engalanadas y donde los muchachos realizaron una exposición de platos típicos de la cocina cubana, y otros que se han ido incorporando a nuestro diarismo alimentario, no quedaba un rincón a salvo de la alegría.
De regreso miré al cielo y sonreí mientras abría la sombrilla que al salir de casa pensé me serviría para protegerme de la lluvia, y sin embargo el júbilo que aún retumbaba en la escuela Daniel Llosa Preval, hizo que el astro rey brillara con la misma fuerza conque sus estudiantes, en medio del jolgorio, reafirmaron el compromiso con su tiempo y como continuadores de ese gran legado histórico que es la Revolución cubana.