Coordenadas del virus zika

Guantánamo.- La situación internacional alrededor del  virus del zika preocupa y moviliza a las autoridades sanitarias de nuestro país en función de preparar a la población para disminuir los riesgos provenientes de esta enfermedad. Lo cierto es que la mejor medicina es aquella que previene y es en esa dirección en la cual se enrumban los principales esfuerzos en el territorio.

 Aunque en Cuba no se reporta hasta el momento ningún caso de infestación producto de esta enfermedad, la nación caribeña presenta todas las condiciones favorables para el desarrollo de la misma, situación agravada por la cernacía geográfica de otras naciones que presentan ya múltiples casos de la misma, todo lo anterior agravado por la proliferación del mosquito Aedes aegypti, que encuentra casa no solo en la faja tropical del planeta sino que se expande hacia otras zonas geográficas.

Desde 1947, fecha en la que fue descubierta esta enfermedad, muy poco es lo que se ha avanzado en la investigación de esta  enfermedad. Desde los pasados 2013 y 2014, se registraron brotes de este patógeno en regiones de Asia.

Actualmente es el Aedes el único vector –ambas especies, aegyti y arbopictus, este último con menor peso- viejo conocido de los médicos y la población cubana, pues desde su proliferación en la década del 60 del pasado siglo, en la mayor de las antillas se lucha por mantener a raya este peligroso vector.

Realizar el autofocal, permitir la revisión de la vivienda y su fumigación son algunas de las medidas que se recomiendan para un mejor control de la peligrosa situación. También la identificación temprana de los síntomas y su tratamiento también es una cuestión fundamental. Los síntomas de los que desarrollan cuadros clínicos son parecidos, aunque en general más leves que los del dengue: fiebres no muy altas, dolores de cabeza y en las articulaciones y manifestaciones parecidas al sarpullido en la piel, con picor o prurito, aunque sus consecuencias son más negativas, pues se ha observado una vinculación entre la presencia del zika en humanos y el incremento de casos de recién nacidos con microcefalia y reducción de la masa encefálica, por lo que padecer contagio de zika durante el embarazo es realmente riesgoso.

También se le asocia con incrementos de casos del síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad autoinmune que produce inflamación en los nervios y parálisis, potencialmente mortal. Esto último no se ha comprobado todavía de manera científica.  No hay vacunas contra el zica, o zikav o zivs, como también se le llama.

Acudir al médico con rapidez es una orientación a no desatender, aunque los síntomas parezcan leves o pasajeros a quienes los sientan. Existe un real peligro de que el zika llegue a las fronteras nacionales, visto de la manera más objetiva y sin infundadas alarmas.

Una campaña masiva, en la que la población cubana desempeña el rol más imporante, se deiseña y materializa en la mayor de las antillas, con la finalidad de concientizar a la población sobre los riesgos que entrañan la proliferación de los agentes transmisores de esta enfermedad.

Permitir la entrada del zika en Cuba no es una opción.  Los riesgos que entraña esta epidemia que golpea ya alrededor de 20 países en todo el orbe, y con posibilidades reales de incrementarse, deben ser divulgados eçmediante charlas comunitarias, audiencias sanitarias, programas televisivos y reportajes periodísticos que traten con agudeza este tema tan crucial. 

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