Guantánamo.- Fascinante siempre encuentran a la villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, todos los que llegan y en un mismo sitio admiran belleza paisajística, el disfrute de aguas cálidas de playas y ríos, su cocina tradicional, y de su gente afable.
Visitantes ilustres, entre ellos, los especialistas de la Red de Oficinas de Conservador de las Ciudades de Cuba, también hallan entre viejas calles y edificaciones, nuevos valores arquitectónicos y desean darle un empuje a las acciones de conservación y restauración de sus patrimonio histórico-cultural, tarea de mucho tesón en medio de carencias de recursos materiales y presupuestos limitados.
Sin embargo, los expertos baracoesos de la Oficina de Conservación unidos a sus colegas de La Habana, Santiago de Cuba y Matanzas, recorren la más antigua ciudad con sus 512 años acuesta. Ellos ubican las zonas más vulnerables a las inundaciones costeras, la corrosión del salitre, sueñan en nuevos planes y ofrecen soluciones.
Uno de ellos es Leonel Pérez Orozco, Conservador de la Ciudad de Matanzas, quien participó en el taller dedicado al centenario del doctor Antonio Núñez Jiménez, naturalista cubano, defensor de la salvaguardia de las riquezas patrimoniales del oriente cubano.
Entre los debates y conversaciones en los días que permaneció en Baracoa, el Dr. Orozco mostró sus observaciones y experiencias como geógrafo e historiador, al frente de profesionales matanceros, dispuestos a hospedarse en la Ciudad Paisaje cubana para devolverle la magnificencia que merece:
“Estuvimos viendo primero el área del Malecón, todas las vulnerabilidades que hay allí. Aquí todo el mundo tiene identificado hasta donde llegan las penetraciones del mar, pero ¿y las soluciones? aún no están. Vamos a incidir con uno o dos especialistas costeros de nuestra ciudad de Matanzas, que han trabajado en zonas costeras del Caribe, Colombia, en algunos lugares de América Latina y Europa y vamos a traerlos a Baracoa para ver las soluciones”.
“Lo que se haga allí con el proyecto que vamos a traerles y junto a la Red de Oficinas de Conservación, lograr un consenso, de qué vamos a hacer en el malecón de Baracoa, que no tenga afectaciones futuras y que le brinde a la ciudad un espacio nuevo, un paisaje urbano que debe de cambiar”.
“Acabo de ver, uno de esos espacios fastuosos, maravillosos, a unos pocos metros de aquí, una callecita, en la parte superior del puerto de Baracoa con unos paisajes increíbles, y lo que hay que hacer allí, es ese mismo proyecto del paseo peatonal de la Calle de las Tradiciones, de Matanzas, que cabe perfectamente allí.
“Otro proyecto sería una colaboración con Arqueo-Cuba, un proyecto de Italia y Cuba, que gracias a la cooperación internacional, Matanzas entró y ya he planteado varias veces, de trasladarlo a Baracoa, porque Baracoa no ha hecho nada de arqueología colonial, entonces con el equipo de especialistas que tengo bien estructurado, podemos estar aquí formando al personal de aquí, y al mismo tiempo haciendo pre-eliminares de las excavaciones, tanto el Museo Matachín y en otro lugar, que tienen en ese subsuelo una potencialidad histórica, de primer orden para este lugar”.
El Dr. Leonel Pérez Orozco, el primer Conservador de la Ciudad de Matanzas, desde los años ochenta del siglo pasado fue testigo de varios descubrimientos aborígenes como espeleólogo, realizó las investigaciones para la total restauración del Teatro Sausto, y su institución actualmente ejecuta importantes proyectos encaminados a potenciar la economía creativa de La Atenas de Cuba.
Por Liubis Balart
Colectivo de autores, editores y gestores de contenido del multimedio Solvisión.