Comités de Defensa de la Revolución

Comités de Defensa de la Revolución (CDR)constituyeron desde su creación, la respuesta enérgica del pueblo cubano al terrorismo de estado desatado por el gobierno de Estados Unidos, la CIA y el Pentágonocontra Cuba.

En la actualidad, esa colectividad, organizada por cuadras, zonas, municipios, provincias y nación, reúne en sus 133 000 núcleos a casi ocho millones de ciudadanos cubanos mayores de 14 años de edad, sin distinguir sexo, raza o religión.

No hubo un solo acontecimiento histórico después de su nacimiento, en los que no hayan participado de forma sobresaliente, para demostrar su potencial.

Además de movilizar a toda la sociedad en las tareas de defensa de la Revolución y las conquistas del Socialismo, los CDR tuvieron, entre otros objetivos, la participación en la Campaña Nacional de Alfabetización y las vacunaciones contra la poliomielitis y otras enfermedades.

En la actualidad, su participación es decisiva para erradicar vectores transmisores de enfermedades, recoger materias primas, limpiar y embellecer barrios, escuelas y locales sociales.

Además, brindan atención a la niñez, los ancianos, y a los procesos electorales del Poder Popular.

Somos una organización que agrupa a la inmensa mayoría de la población mayor de 14 años que desee trabajar por el beneficio de la comunidad. Estamos estructurados en todo el país, tanto en zonas rurales como urbanas. Los CDR se constituyen partiendo del lugar de residencia, en las ciudades por cuadras o edificios multifamiliares y en el campo a partir de viviendas (caseríos, bateyes).

Existen alrededor de 122 000 CDR en todo el país. Los dirigentes de cuadras, de zonas realizan esta actividad de forma totalmente voluntaria.

Es una organización no gubernamental que se autofinancia mediante la cotización de sus 8 millones de miembros. Todas las personas que ocupan responsabilidades en los CDR son propuestas y elegidas democráticamente por los vecinos del lugar.

Nacimos el 28 de septiembre de 1960 y somos la célula del barrio que canaliza las necesidades del pueblo, para defender la obra que iniciaba la Revolución, mujeres, hombres, ancianos, estudiantes, trabajadores, campesinos, profesionales, intelectuales, jubilados o amas de casas.

A las tareas iniciales de la vigilancia revolucionaria, se fueron sumando otras de interés popular como la educación, el trabajo voluntario, actividades patrióticas, de salud (vacunaciones, donaciones de sangre, etc.); la recogida de materia prima, la protección del medio ambiente y muchas más.

Fomentar la solicitud humana y el bienestar de la población han sido objetivos priorizados de la organización desde su nacimiento y hemos logrado éxitos.

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