El conjunto Chapecoense brasileño fue oficializado este lunes como campeón de la Copa Sudamericana por la máxima autoridad del fútbol continental.
El club perdió el pasado martes en un accidente de aviación a casi todos sus jugadores, directivos y cuerpo técnico poco antes de llegar a Medellín para disputar con el colombiano Atlético Nacional el partido de ida por la final del torneo.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), con sede en la ciudad paraguaya de Luque aledaña a Asunción, anunció este lunes el otorgamiento a la Asociación Chapecoense de ‘todos los honores y prerrogativas de Campeón de la Copa Sudamericana 2016’.
Recuerda cómo en carta fechada el 30 de noviembre, solo un día después del desastre, el Atlético Nacional solicitó conceder ese título al once brasileño ‘como laurel honorífico a su gran pérdida y homenaje póstumo a las víctimas’.
Por ello, además, la agrupación continental de ese deporte decidió otorgar a ese club colombiano la condición de vicecampeón del certamen y el premio Centenario Conmebol al Fair Play.
Para la Conmebol, ‘no hay mayor muestra del espíritu de paz, comprensión y juego limpio enunciado como objetivo de nuestra institución que la solidaridad, la consideración y el respeto exhibido’ por Atlético hacia sus hermanos del Chapecoense.
Destaca en su resolución cómo la petición de la entidad colombiana es una muestra de búsqueda para que ‘los valores deportivos prevalezcan siempre sobre los intereses comerciales’.
El premio Centenario Conmebol al Fair Play, concedido por única vez, lleva consigo la entrega de un millón de dólares, según señala la organización futbolística en su determinación.
La tragedia ocurrió en suelo colombiano, a escasos minutos antes del aterrizaje en Medellín, cuando la nave de la aerolínea boliviana Lamia se estrelló contra un cerro al quedar sin combustible, de acuerdo con los reportes.
Organismos especializados prosiguen las investigaciones sobre el suceso, por el cual perdieron la vida 71 de los 77 pasajeros y tripulantes, incluida la mayoría de los futbolistas, dirigentes y técnicos del club brasileño.
Entre las víctimas letales se encuentra el paraguayo Gustavo Encina, quien viajaba en el fatídico vuelo como tripulante en su condición de representante en su país de la aerolínea.
