La deserción de funcionarios que ha caracterizado el mandato del presidente estadounidense, Donald Trump, suma hoy un nuevo nombre a la lista: Kellyanne Conway, su cercana consejera.
Conway dirigió la campaña de Trump en 2016 y era una de las pocas supervivientes que ha servido en la mansión ejecutiva desde el principio de la actual administración.
Considerada una de las figuras más mediáticas de la administración republicana, la funcionaria anunció la noche del domingo que dejará su puesto a finales de mes para –como plantearon otros que también abandonaron su puesto- centrarse en asuntos familiares.
‘Esta es completamente mi elección y mi voz’, dijo la colaboradora del mandatario en un comunicado, en el cual precisó que con el tiempo informará sobre sus planes futuros, pero ‘por ahora, y por mis queridos hijos, será menos drama, más mamá’.
Kellyanne está casada con George Conway, un prominente abogado de Washington y uno de los más fuertes críticos del presidente. El jurista decidió a su vez alejarse del Proyecto Lincoln, un grupo de republicanos anti-Trump, por razones similares.
En 2018 el Brookings Institution estimó que en los primeros 18 meses, el gabinete de Trump perdió el 40 por ciento de funcionarios ubicados en altos cargos, una sangría que continuó en ascenso.
Solo el pasado año 10 empleados de alto perfil salieron del entorno del jefe de Estado, entre ellos la asistente personal de Trump, Madeleine Westerhout (30 de agosto de 2019), por revelar ‘asuntos personales’ del Presidente, y Dan Coats (15 de agosto), director de Inteligencia desde 2017.
En abril Kirstjen Nielsen, la secretaria de Seguridad dimitió luego de 14 meses en ejercicio y Scott Gottlieb hizo lo mismo con su puesto como comisario de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
También Alexander Acosta (12 de julio), primer estadounidense de origen latino en ser parte del gobierno de Trump, dejó el cargo de secretario del Trabajo.
Otra que salió fue Sarah Sanders (13 de junio), su secretaria de Prensa durante casi tres años y medio; además, Rod Rosenstein (12 de mayo), quien ejerció como fiscal general adjunto en el Departamento de Justicia.
El asesor de Seguridad Nacional John Bolton (10 de septiembre), con quien tuvo fuertes desacuerdos, fue el funcionario de más alto rango en en abandonar el barco.
(Tomado de Prensa Latina)
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