Celebra Cuba 30 años de su primera angioplastia coronaria

Guantánamo (Redacción Solvisión) La Habana será sede del el X Taller Nacional de Cardiología y el XXII Simposio Internacional de Cardiología Intervencionista, que se realizará  los días el 15 y 16 de junio, para celebrar los 30 años de la primera angioplastia coronaria practicada en la Isla.

El Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (ICCC) es la sede de estos foros, a los cuales asistirán 150 delegados de los seis cardiocentros del país, quienes harán una puesta al día acerca de este proceder.

Según anunció el comité organizador, destacados especialistas expondrán mediante conferencias magistrales, temas libres y carteles, los resultados y últimos avances de la Cardiología Intervencionista y se premiarán los ganadores de los concursos teórico y de imágenes en cardiología.

El programa científico para este lunes incluye una conferencia sobre la experiencia del ICCC en las tres décadas de aplicación del Intervencionismo coronario percutáneo en Cuba, así como también la epidemiología de las enfermedades cardiovasculares, por expertos de esa institución.

Asimismo la práctica de trabajo de ese proceder en los distintos cardiocentros de la nación antillana, la protección radiológica, la vía radial para los procedimientos intervencionistas, los cuidados post-intervencionismo y otros temas, serán mostrados en la cita por profesores cubanos y de España.

El doctor Ángel Obregón, director del Cardiocentro del Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas, dijo a la AIN que Cuba tiene gran experiencia en la aplicación de esas técnicas mínimamente invasivas, que permiten reparar cardiopatías congénitas.

Ese procedimiento es muy costoso y en la ínsula, donde la medicina es un bien social y existen limitaciones económicas, se realiza en seis hospitales, incluido el pediátrico William Soler, de La Habana.

En Cuba la cardiología intervencionista también se aplica a los niños, desde los neonatos, cuyos resultados son comparables con los de naciones del primer mundo, afirman especialistas del Cardiocentro pediátrico William Soler.

Entre los beneficios, evita la apertura del tórax al realizarse por vía mínimamente invasiva, disminuyen las infecciones, la estadía hospitalaria y el uso de hemoderivados, además de que no es preciso utilizar la máquina de circulación extracorpórea.

Mediante el cateterismo se corrige el defecto congénito con la colocación de un dispositivo biocompatible, que cuesta a Cuba de tres mil a cuatro mil dólares, y se ofrece de forma totalmente gratuita.

Ese aparato permanece dentro del paciente toda la vida y la mayoría de los casos, luego de realizarle el intervencionismo, logran una calidad de vida casi normal, con plena incorporación a la sociedad.    

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