Si el PT me permite ser candidato voy a ganar para hacer mucho más de lo que ya hicimos (durante 12 años de gobierno), subrayó el ex dignatario, quien prometió además acabar ‘con esa historia’ de estar vendiendo el país.
El fundador del PT dijo tener conciencia de que el pueblo brasileño puede volver a tener oportunidades, empleo, posibilidades de estudiar y tener autoestima.
Avisó además a las nueve familias que monopolizan los medios de difusión en el país, y que ‘no paran de decir mentiras todo el santo día’, en su intención de democratizar también ese sector.
Lula aludió a la persecución judicial de que es objeto desde hace ya tres años por la operación Lava Jato y señaló que continúan acusándolo porque creen que con alguno de esos procesos podrán alcanzarlo e impedir su candidatura a las elecciones del próximo año.
Ellos cometen el mismo error que la corona, expresó refiriéndose al asesinato en el siglo XVIII de Tiradentes, líder de la llama inconfidencia minera, a quien no solo mataron, sino también descuartizaron por sus ideas independentistas.
La carne puede matarse, pero las ideas no, subrayó el ex presidente antes de afirmar que ‘si Lula incomoda a mucha gante, millones de Lulas los incomodan más todavía’.
En su penúltimo día de estancia en Minas Gerais, Lula será además recibido en el municipio de Cordisburgo, tierra natal del escritor Joao Guimaraes Rosa, cuya Casa-museo tiene previsto visitar.
El proyecto Lula por Brasil es una iniciativa conjunta del PT y la Fundación Perseu Abramo, que recientemente lanzó la plataforma de participación ciudadana ‘El Brasil que el pueblo quiere’, con el objetivo de elaborar una estrategia para el futuro del país.
La primera etapa de la llamada Caravana de la Esperanza transcurrió del 17 de agosto al 5 de septiembre pasados, lapso en el cual recorrió los nueve estados del Nordeste del país y visitó 58 ciudades.