Guantánamo.- Temprano, aunque el sol se negaba a brillar en señal de luto, los 500 guantanameros seleccionados para, en representación de los cerca de 515 mil habitantes de la más oriental y montañosa provincia de Cuba, se convocaron a la plaza de la revolución Mariana Grajales Coello, para partir al reencuentro con Fidel en la hermana Santiago de Cuba.
Por cada pueblo del municipio santiaguero de Songo-La Maya, por los que transitó la caravana guantanamera, el pueblo saluda a su paso. Tras cerca de 80 kilómetros recorridos se llega a las afueras del cabaret Tropicana Santiago, instalación que se convierte en punto de concentración de las provincias orientales, saludos, besos, fotos, unos minutos para retomar las fuerzas y mucho, mucho compromiso.
Minutos antes de las 3 de la tarde inicia la partida y marcha hacia la plaza de la Revolución Antonio Maceo, son más de dos kilómetros y medio, pero pasan rápido muy rápido las consignas muchas, la emoción mayor.
Al entrar a la plaza el Comandante Camilo Cienfuegos nos contempla desde el teatro Heredia, llega el saludo de Lázaro Expósito, primer secretario en la Ciudad Héroe y nos da su seguridad de La Recuperación de Baracoa y Maisí, tras los desastres de Matthew. Guantánamo está en la primera línea frente al Titán de Bronce para rendir tributo a otro Titán de Verde Olivo.
El acto, la emoción ante la presencia de Raúl, la dirección histórica de la Revolución, Maduro, Evo, Daniel Ortega, Maradona y tantos y tantos amigos de Cuba y de Fidel.
Se escuchan los discursos de las organizaciones de masas, retumba el timbre de Raúl, “Yo soy Fidel” se escucha repetir. El General Edjército convoca a defender la Patria, “Yo soy Fidel”.
Idaliea. la joven Diputada guantanamera al Parlamento cubano llora, y junto a ella llora el pueblo, lloramos todos. “Yo soy Fidel” se escucha, y Raúl reafirma que si se pudo, si se puede y si se podrá. Rompe fulminante el grito de ¡Hasta la Victoria Siempre Fidel!.
El día ya es historia.