Las sesiones de entrenamiento compartidas por las selecciones boxísticas de Cuba y Kazajistán dejan los saldos esperados por los estrategas, aseguró a JIT el presidente de la federación de la Isla, Alberto Puig de la Barca.
«Los criterios emitidos por ambos equipos son muy positivos», explicó el también comisionado nacional, quien enfatizó en la prioridad asignada a las medidas higiénico-sanitarias dispuestas como parte del enfrentamiento a la COVID-19.
Tras recordar que la dotación asiática cumplió los protocolos de control y aislamiento dispuestos por el país, Puig expuso que la nómina de casa está concentrada a tiempo completo en la escuela Holveín Quesada, junto a técnicos y demás trabajadores del centro.
«Hemos creado una “burbuja” que nos permite evitar al máximo las posibilidades del contagio, y la experiencia en general es muy favorable», comentó el directivo antes de añadir que los días 27 y 28 nuevas sesiones de sparrings sellarán el intercambio.
La llegada de los kazajos, tres veces monarcas de la Serie Mundial de Boxeo y dueños de 22 preseas olímpicas, permitió que las estrellas de la Isla se reencontraran con foráneos luego de casi un año sin esa opción y una temporada casi carente de roce extrafrontera.
Empeñado en conseguir clasificación completa en el torneo preolímpico americano, pactado para mayo, el pugilismo cubano casi definió a los ocho hombres responsabilizados con esa misión y pretende sumar capítulos competitivos previos.
«Están en planes estancias en Rusia y México, pero todo dependerá de la situación impuesta por la COVID1-9, y por eso el trabajo está diseñado en varias direcciones», aseveró al respecto Puig.
Hombres como los titulares de Londres 2012 Roniel Iglesias (69 kg) y Río de Janeiro 2016 Arlen López (81) y Julio César La Cruz (91) son parte de una vanguardia que acoge además al rey universal Andy Cruz (63) y Lázaro Álvarez (57), también ganador a ese nivel.
Tomado de JIT
