Guantánamo.- Dos próceres de la historia latinoamericana y caribeña, Simón Bolívar y José Martí están siempre presentes con sus legados en el presente y futuro de los pueblos de la región. Así quedó manifiesto en la VII Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá.
Por vez primera en la historia de estas citas, la voz de la mayor de las Antillas se escuchó y ello gracias a la solidaridad de América Latina y el Caribe. En Panamá el presidente cubano, Raúl Castro Ruz, esbozó la historia de nuestra nación y de la región, para recalcar de dónde venimos y hacia dónde van los pueblos, que anhelan la integración, la prosperidad y la paz.
En muchos de los discursos de los mandatarios de la región se reiteró los ideales de los próceres latinoamericanos, que lucharon y dieron sus vidas por evitar que los pueblos latinoamericanos fueran el traspatio de los Estados Unidos.
Bolívar, hijo genuino de Venezuela, fue la figura más sobresaliente de los años iniciales de nuestras epopeyas libertarias contra el colonialismo español. Formó, a base de coraje y desvelos, la gran vía para la integración de la región, desde el Río Bravo hasta la Patagonia.
Martí, el Héroe nacional cubano, inspirado en la herencia bolivariana también escribió, habló y luchó por la integración de política y ética de toda Latinoamérica y el Caribe, consciente de que en la unidad estaría el pilar fundamental para lograr esos propósitos.
Bolívar y Martí son dos iluminados que soñaron y defendieron nobles ideales de independencia y justicia. Ellos constituyen dos paradigmas eternos de lo que puede lograr la región, rica en recursos naturales y cultura ancestrales.
Los sueños de esos grandes de la historia se están realizando. Así quedó plasmado en la VII Cumbre de las Américas de Panamá, donde el diálogo respetuoso primó los debates que buscan una convivencia civilizada entre nuestros pueblos que merecen independencia y prosperidad.
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