Atletas discapacitados: en aislamiento, pero con actividad

Discapacidad no es sinónimo de inactividad en el movimiento deportivo cubano que, por estos días, lucha denodadamente en aras de evitar la propagación del Covid-19 en la nación caribeña con una importante máxima: quédate en casa.

Los atletas discapacitados se mantienen en aislamiento social, con buena salud y ejecutando diferentes métodos de preparación física, de acuerdo con sus posibilidades, comentó al periódico Jit Oscar Beltrán, jefe del departamento de deporte para personas con discapacidades.

El directivo del Inder destacó que hasta el momento ningún integrante de las preselecciones nacionales ha presentado síntomas de la COVID-19.

En el diálogo con el sitio web del máximo organismo deportivo, Beltrán precisó que desde la orientación del aislamiento social todos los atletas regresaron a sus hogares, pero los entrenadores y autoridades del Instituto de Medicina del Deporte (IMD) mantienen constante comunicación con ellos.

Ernesto Garrido, a cargo de la escuadra de natación que tantos logros ha signado en la arena internacional, ofreció detalles sobre sus pupilos, principalmente del campeón paralímpico de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, el granmense Lorenzo Pérez.

«Lo principal es que ha podido estabilizar su presión arterial, dificultad que lo alejó por un mes de las sesiones de entrenamiento», informó sobre el destacado nadador de las especialidades de 50, 100 y 400 metros libre de la categoría S6.

Lorenzo, ya clasificado para los Juegos Paralímpicos de Tokio por sus marcas en los tres eventos, hubiera llegado a la cita (en su fecha original) con déficit de preparación.

«No iba al Mitin de Loterías Caixa en Sao Paulo, Brasil, uno de los clasificatorios olímpicos. Cuando llegaron las medidas de aislamiento por el nuevo coronavirus enfrentaba esa situación. Ahora está en su casa, en Bayamo, ya mejor de la presión y haciendo algunos ejercicios», comentó Garrido vía telefónica.

Lorenzo basa el plan en rutinas con pelotas medicinales y abdominales, además de otros ejercicios de fortalecimiento de la espalda, los brazos y los hombros con liga, de acuerdo con su condición de atleta con paraplejia, explicó el técnico.

Respecto a otros nadadores a su cargo, Garrido mantiene la comunicación para garantizar el cumplimiento de los planes diseñados según la discapacidad y las condiciones existentes en las viviendas.
Por ejemplo, en el caso del campeón parapanamericano Yunerki Ortega, quien padece de ceguera total, el acondicionamiento se hace más escabroso que con otros atletas con menos debilidades visuales.

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