Los hechos registrados la víspera frente al ministerio de Desarrollo social, donde se juntaron varios manifestantes para pedir por trabajo y por la implementación de la emergencia social, entre otras demandas, quedaron registrados en varias cámaras de televisión y de varios celulares.
El grupo de manifestantes, entre ellos miembros del Frente por Trabajo y Dignidad Milagro Sala, pedía restaurar el trabajo de 40 mil cooperativistas bonaerenses que quedaron en la calle en el último año y medio y la declaración de la emergencia laboral y la emergencia alimentaria, así como la plena restauración de las pensiones por discapacidad.
Tras cortar la céntrica avenida durante tres horas, por donde se desplazan miles de personas a diario sobre todo en horas picos, miembros de la infantería se abalanzaron con motorizadas, disparando balas de gomas y gases lacrimógenos contra los protestantes, que respondieron con palos y piedras. El resultado: varios detenidos, entre ellos un menor de edad de 14 años, y heridos.
La violenta represión ocupó titulares en todos los medios y también en las redes sociales donde la etiqueta #9dejulio, se convirtió en tendencia, con los comentarios de cientos de usuarios que reprocharon la actuación de la policía.
También fue repudiada por varios frentes políticos y organizaciones de derechos humanos.
‘Está equivocado el presidente Mauricio Macri si piensa que los problemas sociales se van a resolver con represión. Le están tirando nafta al fuego’, apuntó la diputada Lucila De Ponti, del Peronismo para la Victoria por la provincia de Santa Fe, al tomar la palabra durante un debate que transcurría en la cámara Baja.
Por su parte, un diputado por ese mismo frente pero de la provincia de Buenos Aires, apuntó en twitter que la protesta social es un derecho y la represión un delito.
Otra de las voces que se elevaron para repudiar la violencia fue la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien se presentó en la comisaría y pidió ver a los detenidos.
En un video, la defensora de derechos humanos calificó de terrible lo sucedido ayer. La gente, dijo, sale a pedir comida porque tiene hambre, va a pedir trabajo.
Algunos de los detenidos estaban bastante golpeados, con moretones, y a otro le pegaron una patada en la cara, me hizo recordar mucho como comenzó el 2001, agregó tras hacer referencia a las grandes protestas sociales registrados ese año que terminó con muertos y causó la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa.
Es terrible, te matan de hambre y después no te dejan pedir, qué va a seguir pasando, se preguntó De Bonafini.
Frente a los hechos registrados, el Gobierno de la ciudad defendió la actuación de la policía y apuntó que denunciará a los organizadores de la protesta.
En declaraciones al programa televisivo A dos voces, del canal TN, el ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, señaló que la policía intentó negociar antes de reprimir y, según dijo, esta manifestación no se trató de un hecho aislado sino de algo organizado.
Por su parte la ministra nacional de Seguridad, Patricia Bullrich, publicó en un mensaje en twitter que ante la violencia y la intimidación, se hizo lo que hay que hacer. Impedir que se viva al margen de la ley, opinó.