Por: Rodny Alcolea Olivares
Guantánamo.- ¿Cómo frenar las migraciones internas y el éxodo desde las serranías guantanameras y cómo hacer sustentables las montañas en lo productivo y lo social? Estas interrogantes sobre problemáticas actuales conducen a una sola respuesta: la necesidad de revitalizar de forma integral nuestro lomerío y dignificar al poblador montañés.
Así trascendió en el balance provincial del Plan Turquino, programa fundado por el Consejo de Estado de el 2 de junio de 1987 con el propósito de lograr un desarrollo integral y sostenible de las zonas montañosas y de difícil acceso del país.
En la asamblea fueron abordadas críticamente cuestiones que persisten en el Turquino guantanamero y que inciden directamente en la constante emigración de sus habitantes hacia las cabeceras municipales u otras provincias.
Baste señalar que se incumplen importantes producciones agrícolas de las montañas, como el café, el cacao, la miel de abeja, el coco, las carnes, frutales, los vegetales y la actividad agroforestal. Persiste el deterioro de los viales serranos, insuficiencias en la calidad en los servicios que se prestan a la población, pérdidas de producciones agropecuarias, fallas en la entrega de insumos a los productores y deficiencias en la llegada a las zonas de montañas de cemento y elementos de construcción para impulsar el programa de construcción de viviendas y la erradicación de pisos de tierra.
Urge concretar la crianza de aves y de cerdo criollo, el aumento de áreas de frutales, y otras especies forestales, una adecuada utilización de biofertilizantes y de medidas para la conservación de los suelos y el empleo de la ciencia, la técnica e innovación para lograr mayores volúmenes de alimentos.
Del mismo modo se impone prestar atención a la recuperación cafetalera y de otros renglones claves para la economía de Guantánamo como el coco, el cacao, carbón y la miel de abeja, además de aprovechar al máximo todas las potencialidades existentes en los territorios que permitan alcanzar una verdadera sustentabilidad alimentaria en las montañas.
En el Balance del Plan Turquino fueron debatidos además temas neurálgicos como la atención directa a las comunidades serranas identificadas como priorizadas, el enfrentamiento a la ocurrencia de hechos delictivos, potenciar los servicios de salud, cultura y educación, la gastronomía con productos locales y la transportación de pasajeros.