Guantánamo.- “… La Patria llora la pérdida de uno de sus más esforzados defensores… el General Antonio!. Así dijo el generalísimo Máximo Gómez Báez al saber de la muerte del Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales junto a su ayudante Panchito Gómez Toro, aquel 7 de diciembre de 1896, en San Pedro de Punta Brava.
“Esto va bien”, dijo, e instantes después fue alcanzado por una bala en el lado derecho de su mandíbula inferior que le causa la muerte. Caía por la libertad de Cuba el Héroe de la Protesta de Baraguá, el guerrero epónimo de más de novecientas acciones combativas. Marchaba hacia la inmortalidad consciente de que “la Patria ante todo”, era su más sagrado deber. Se encumbraba por siempre hacia donde se marchan los héroes.
Sencillo, respetuoso, educado, paradigma a imitar por los cubanos, así era el Titán de Bronce. No solo era ejemplo de valores en una sola personalidad, sino que poseía un intenso humanismo, honestidad, responsabilidad y un patriotismo, demostrado durante toda su vida no solo con palabras, sino con acciones.
Este 7 de diciembre, se cubre de luto y recuerda a todos los que cayeron gloriosamente en el campo de batalla. Aquel mambí decoroso y valiente, no solamente fue una figura clave en el movimiento independentista cubano de la segunda mitad del siglo XIX, sino un genial estratega militar.
De la caída de Antonio Maceo y de su hijo Panchito, escribiría Máximo Gómez a María Cabrales, viuda del Titán de Bronce: […] El general Antonio Maceo ha muerto gloriosamente sobre los campos de batalla […] Con la desaparición de ese hombre extraordinario, pierde usted el dulce compañero de su vida, pierdo yo al más ilustre y al más bravo de mis amigos, y pierde, en fin el Ejército Libertador a la figura más excelsa de la revolución […]
Mientras el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, al valorar la integridad militar y ética del Titán dijo: «[…] dejó realmente a nuestro pueblo una herencia gigantesca, infinita, con esa actitud […] con la Protesta de Baraguá llegó a su punto más alto, llegó a su clímax, llegó a su cumbre, el espíritu patriótico y revolucionario de nuestro pueblo.»
Recordar la caída en combate del General Antonio Maceo a sus 121 años, es recordar al patriota cabal y hombre que vivió y murió entregado a la causa independentista de Cuba. Es inmortalizar a quien proclamó de una vez y para siempre, que serviría a su patria en toda circunstancia, al portador de la frase inmortal «[…] mejor subir o caer sin ayuda antes que contraer deudas con vecino tan poderoso».
Licenciada en Español – Literatura. Periodista. Profesora Asistente. Habilitada en guión y realización de programas de TV. Editora del sitio digital de la televisión de la provincia de Guantánamo. Bloguera y activista de las Redes Sociales